Dos hombres fueron ultimados a balazos, la mañana del lunes, en el caserío El Tule, cantón Potrero Grande, de El Paisnal.
Uno de ellos fue identificado como Élmer Henríquez López, de 36 años, y el otro solo como Miguel, de 26.
A la hora del ataque, ambos estaban tomando cervezas afuera de un comedor situado en el kilómetro 44 de la carretera Troncal del Norte.
Algunos allegados de los hombres dijeron que Henríquez tenía varios hijos y se dedicaba a cuidar y vender ganado; también hacía tareas agrícolas.
El más joven no tenía trabajo fijo por lo que hacía diferentes oficios.
Los dos eran amigos y habitaban en la misma casa. Según sus amigos, ninguno había contado que tuviera problemas con alguien.
Sin embargo, algunos vecinos de las víctimas señalaron que cuando Élmer ingería bebidas alcohólicas supuestamente solía meterse en problemas.
La Policía dijo que ambos residían cerca de la zona donde los mataron y que presuntamente tenían vínculos con la pandilla 18.
El doble homicidio fue atribuido a pandilleros rivales. La noche del domingo, la Fiscalía también reportó el hallazgo de los cadáveres de un hombre y una mujer en la colonia Santa Rita, en Ayutuxtepeque.
Los cadáveres estaban dentro de bolsas y no pudieron ser identificados.
En el mismo municipio, la Fiscalía reportó ayer otra muerte violenta, esta fue registrada en la entrada de la colonia Abelina.
Las autoridades dijeron que la víctima era un hombre pero no revelaron las circunstancias en las que lo mataron.
Guadalupe del Carmen de Abarca también fue asesinada con arma de fuego en la urbanización Majucla, en Cuscatancingo.
Horas antes, en el mismo municipio, fue ultimada Marina de Jesús Arévalo, de 56 años.
La mataron a balazos en la colonia Ciudad Futura. Además, otro cadáver fue hallado en una quebrada situada en la avenida Bernal, en Mejicanos.
Hasta las 7:00 p.m., las autoridades según procesando la escena y se desconocía quién era la víctima.
En La Libertad también fueron registradas varias muertes violentas. Dos de ellas fueron en Quezaltepeque.
En uno de los casos murió un pandillero de la 18 que se enfrentó a balazos con policías en la lotificación Urías.
El otro homicidio fue cometido en la colonia Palmira. Dos personas más fueron ultimadas en la finca finca San Luis, de Tepecoyo, y en el cantón Joya de Cerén, en San Juan Opico.