La repentina sensación de adormecimiento en las yemas de los dedos, alarmó de William Flores, de 38 años.
Ya habían pasado ocho días después de que le aparecieron los primeros síntomas del zika, pese al malestar esperaba pronto recuperarse, así como le había ocurrido cuando se enfermó con chikunguña.
Pero era la primera vez que sentía ese extraño adormecimiento, además se le comenzó a nublar la vista.
Ese mismo día, el 2 de enero, fue a pasar consulta a un hospital privado, pero asociaron sus síntomas a un malestar estomacal.
Al día siguiente, el hormigueo se le pasó a los pies.
Flores consultó sobre sus síntomas en internet y encontró la relación entre el zika y el síndrome del Guillain Barré, según relató, ayer, desde una cama en el Hospital Rosales, donde ya lleva una semana ingresado.
“No Dios mío decía, puede ser Guillain Barré esto… Pero ahora ya estoy aquí y si Dios permite vamos a pasar esta prueba”, comentó.
Flores es parte de los 25 pacientes que se mantienen ingresados en el Rosales tras haber desarrollado el síndrome del Guillain Barré.
El director del hospital, Mauricio Ventura, informó que ya lograron dar de alta a 11 pacientes afectados con el síndrome desde que inició el alza de casos, en diciembre del año pasado.
Sin embargo, la cantidad que sigue ingresada es considerable.
El director dijo que al menos la mitad de los casos podrían estar relacionados al brote de zika.
El reporte que Ventura había recibido al inicio del día de hoy indicaba que 10 de los pacientes con Guillain Barré estaban en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y cuatro más en Cuidados Intermedios.
Pero al poco tiempo, le reportaron que un paciente más había sido llevado a la UCI, elevando la cantidad de casos a 11.
Cuestionan respuesta
Diversos médicos especialistas del Rosales exteriorizaron su preocupación por el alza de casos y la capacidad que pueda tener el hospital.
También cuestionaron la respuesta que ha brindado el Ministerio de Salud a la emergencia. “El sistema de salud ha sido colapsado con pacientes con el síndrome de Guillain Barré”, expresó el jefe del servicio de Cirugía Plástica, Alcides Gómez.
El cirujano Juan Antonio Tobar opinó que existe el riesgo de que la cantidad de casos con Guillain Barré que requieren respiradores mecánicos superen la capacidad y deban recurrir al uso de ambús, es decir que un médico deba estar al lado del paciente bombeando aire de forma manual.
Desde diciembre del año pasado Salud ha atendido 62 casos con Guillain Barré, que podrían ser secuelas del zika.
Flores dijo que antes de enfermarse la última vez que habían llegado a fumigar a su colonia en San Ramón, Mejicanos, fue durante la campaña electoral para la alcaldía.