LA UNIÓN. Habitantes del cantón El Tihuilotal siguen esperando que la comuna invierta en un proyecto de mejoramiento de las calles internas, mismas que hace mucho se encuentran en pésimas condiciones.
Además, reiteraron la falta de inversión de parte del gobierno central en materia educativa e inversión social.
A finales del año pasado, las 80 familias que habitan la localidad, pidieron a las autoridades edilicias que les mejoren los accesos y al gobierno central que lleve inversión a la referida localidad.
Sobre las calles, los vecinos aseguran que tienen años de estar gestionando la ayuda y las mejoras. pero hasta el momento no les han escuchado.
Otro de los problemas que tienen es el alumbrado público, pues todas las lámparas se han quemado y por la noche se quedan a oscuras.
Una promesa
Víctor Manuel Espinal, presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal, dijo que cada año lleva solicitudes a la alcaldía pidiéndoles que les reparen la calle desde El Nascacolo hasta la escuela, que son seis kilómetros.
El alcalde Ezequiel Milla ha dicho que este año empezarán con los trabajos de mantenimiento y reparaciones de calles en zona rural y urbana.
Esos proyectos de mejora, según lo anunció el edil Milla el año anterior, incluyen a El Tihuilotal.
La razón para realizar las mejoras hasta este año, según lo expuesto por el edil, es que se debía esperar la transición de época lluviosa a la seca para garantizar las labores.
Pero las quejas de los vecinos van más allá, pues también lamentaron la falta de apoyo e interés del gobierno central en la parte educativa de la comunidad.
La escuela del cantón consta de tres aulas donde atienden desde la parvularia hasta sexto grado y tiene una infinidad de necesidades por solventar, sin que las autoridades del ramo se acerquen a la zona, dicen los vecinos.
Por esa razón, uno de los salones fue mejorado con madera, gracias al esfuerzo de los padres de familia y la comunidad, pues según indicaron, de las viejas paredes del aula emanaba un polvo fino, blanco, debido al material conque fueron fabricadas y eso afectaba la salud de los niños.
Tampoco cuenta con una cocina o bodega para preparar los alimentos, por lo que han tenido que improvisar y hacer una para que los padres preparen el refrigerio.