Pacientes protestan por despido de médico

Exigieron a la Cámara Segunda de lo Civil que revoque la destitución ordenada por un juzgado de lo civil. Cada paciente presentó una carta en la que describían su caso y cómo les ha ayudado el actual jefe de Hematooncología, Héctor Valencia. 

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Con pancartas los pacientes de hematooncología del Hospital Rosales le pidieron a la Cámara Segunda de lo Civil que no sustituya al médico jefe del servicio, Héctor Valencia.

/ Foto Por elsalv

Por Xenia González Oliva

2015-12-10 6:34:00

La incertidumbre de perder al médico que los ha atendido durante años llevó a un grupo de pacientes del Hospital Rosales a pedir a la Cámara Segunda de lo Civil de San Salvador que impida la destitución de Héctor Valencia, jefe del servicio de Hematooncología

La mayoría de ellos padecen algún tipo de leucemia o enfermedades complejas de difícil tratamiento. 

Cada paciente presentó una carta para las magistradas de la Cámara en la que exponían el caso del médico oncólogo y la importancia de la labor de él para su tratamiento. 

Esperan que, a través de sus historias y sus peticiones, la Cámara resuelva a su favor y revoque la decisión del Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil de destituir a Valencia del Rosales. 

La resolución del juez fue emitida el pasado lunes 23 de noviembre. 

Durante sus años como pacientes del Rosales han tenido que sobrellevar diversas penurias como falta de medicamentos, bajo el riesgo de que al perder el tratamiento pueden complicarse y morir; hacinamiento y saturación en las camas del servicio e incluso no tener lo suficiente para pagar el pasaje que necesitan para viajar desde sus casas al hospital. 

Pero entre el desasosiego que los ha atormentado en diversas ocasiones durante su padecimiento, para muchos el soporte que les ayudó a salir adelante fue la atención de Valencia.

Ayer, varios de los pacientes tuvieron que salir de sus casas cuando apenas comenzaba la madrugada para poder llegar temprano al Rosales desde donde partieron a la Cámara. 

“Se nos ha dicho que nadie es imprescindible, pero un médico no va a venir de la noche a la mañana a saber lo que nosotros padecemos. El doctor Valencia lo sabe, es un médico que se dedica a su profesión, ama salvar las vidas nuestras”, opinó Claribel Ayala, quien salió desde las 4:00 de la mañana de California, Usulután, para poder demostrar su apoyo a Valencia. 

Ayala se mostró muy comprometida en defender a Valencia ya que él fue el único médico que pudo brindarle un diagnóstico correcto después de pasar años sufriendo sin saber qué tenía.  

Ella padece la enfermedad de Rosai–Dorfman. La patología provoca el aparecimiento de tumoraciones en distintas partes del cuerpo, aunque en la mayoría de los casos los tumores son benignos, pueden convertirse en malignos. 

En el 2007, cuando le apareció una especie de espinilla en la mama izquierda, que al poco tiempo creció hasta llegar a ser del tamaño de una pelota de ping pong, comenzó a ser atendida en el Hospital Maternidad. 

Le diagnosticaron cáncer terminal de mama y pasó por muchos procesos quirúrgicos, mientras los médicos le daban diagnósticos erróneos, todos terminales. 

Al poco tiempo fue desahuciada y la enviaron al Rosales para que recibiera tratamiento para el dolor. Ahí recibió más diagnósticos, todos terminales. 

No fue hasta que por casualidad, tras conocer a Valencia en un pasillo del Rosales, que él decidió estudiar su caso hasta diagnosticarla con la extraña enfermedad. 

Tras el diagnóstico, Ayala pasó mucho tiempo ingresada, necesitando diversos medicamentos que a veces escaseaban.  

“El doctor Valencia gestionaba fuera del hospital para conseguirlos. Yo le agradezco mucho al doctor Valencia por eso andamos exigiendo, implorando, justicia al doctor Valencia”, expresó Ayala. 

Tras enterarse de la decisión de destituirlo, un grupo de pacientes logró reunirse con el director del Rosales, Mauricio Ventura. 

“Pero solo nos dijo que era un problema administrativo”, comentó Lucía Vázquez, otra paciente que también padece Rosai-Dorfman. 

Ella y Ayala son las únicos dos casos diagnosticados con la enfermedad. 

Valencia es parte de un grupo de siete médicos del Rosales que han enfrentado un proceso de destitución en diversos juzgados del país. 

El director Ventura solicitó su destitución después de que los médicos se negaran a usar el marcador biométrico, también ha argumentado que no cumplen con sus obligaciones. 

Compañeros de Valencia, como Alcides Gómez, jefe de Cirugía Plástica, consideran que la decisión en contra de Valencia es porque ha denunciado cuando hay carencia de medicamentos. 

De hecho, ayer Valencia comentó que no hay un medicamento llamado paclitaxel, tampoco hay fludarabina y pronto podría agotarse el rituximab.

Todos son fármacos importantes para el tratamiento oncológico.  

“Eso molesta a la parte del ministerio. Pero creo que cuando las cosas no funcionan bien y se dicen las cosas comienza a ser mejor en el flujo de los medicamentos”, dijo Valencia. 

Casi todos los pacientes corroboraron que cuando hay carencias, Valencia siempre busca alternativas como donaciones o incluso les ayuda a pagar los medicamentos más vitales.  

Manuel Ramírez, es un joven de 22 años que padece Leucemia Mieloide Crónica, dijo que justo el mes pasado Valencia le ayudó a comprar unos frascos de Vancomicina, valorados en $160. Su madre se había quedado sin trabajo. 

La decisión del juzgado

El Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil fue el que determinó que el médico Héctor Valencia sea destituido por completo del Hospital Rosales.

Valencia es el único de los siete médicos, que han sido llevados a audiencias de destitución, que recibió un fallo en su contra. El médico apeló la decisión. 

Carencias han afectado al servicio

El jefe del servicio de Hematooncología, Héctor Valencia, se ha mantenido crítico de la carencias de medicamentos e insumos que constantemente han afectado a los pacientes a su cargo. Valencia también ha denunciado cada vez que han hecho falta medicinas.