“Por su valor, Kenny será recordada como heroína???

La agente Kenny Cabezas Aguirre fue sepultada en Ahuachapán. Luchó por su vida 17 días, tras ser herida al intentar capturar a unos asaltantes

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Los restos de Keny Cabezas, la agente que intentó detener un asalto en la ruta 30 el pasado 27 de noviembre, recibieron santa sepultura este 16 de diciembre en Ahuachapán. Cabezas cursaba segundo ciclo de la carrera de Psicología.

/ Foto Por elsalv

Por Diana Escalante

2015-12-16 8:09:00

La agente Kenny Cabezas Aguirre, de 26 años,  no temía enfrentarse a los delincuentes, porque tenía la convicción de que con ello velaba por la seguridad ciudadana, cumpliendo así el juramento policial que hizo en 2009 de “servir y proteger ante todo”. 
 

En los cinco años y ocho meses que perteneció a la Policía, ella encaró dos veces con valentía a unos pandilleros para defender a otras personas.

La primera fue el 14 de octubre de 2014, cuando disparó a los atacantes de uno de sus colegas. Ese mismo día participó en el operativo que permitió capturar a los delincuentes en el barrio Candelaria, de San Salvador.

El 27 de noviembre pasado, junto con su compañero Salvador Edmundo Benavides, no dudó en enfrentarse a balazos con tres hombres que acababan de asaltar a los pasajeros de un bus de la Ruta 30, en el centro capitalino.

Pese a sus esfuerzos, ambos agentes resultaron heridos y perdieron la batalla. 

Benavides murió minutos después, cuando era llevado al hospital; Cabezas luchó por su vida 17 días pero el lunes anterior falleció tras presentar complicaciones médicas.

Mientras la joven (quien además cursaba la licenciatura en psicología) fue sometida a  cuatro cirugías porque las lesiones de bala le dañaron el sistema digestivo.

Su muerte elevó a 60 la cifra de policías asesinados por grupos delictivos en lo que va del año. 

En este lapso, las autoridades han registrado más de seis mil homicidios,  el 1% de las víctimas han sido agentes policiales. 

Según las investigaciones, algunas de las víctimas fueron ultimadas por la profesión que ejercían y otras por razones ajenas a su trabajo.

Multitudinario sepelio
Una modesta vivienda del cantón Los Huatales, de Ahuachapán, fue abarrotada por familiares, vecinos y colegas de Cabezas, para verla por última vez.

Ayer, pasada la 1:00 de la tarde, centenares de personas partieron del cantón y caminaron, bajo el fuerte sol, unos cinco kilómetros, para llegar hasta el cementerio municipal de Ahuachapán.

Al paso de la carroza fúnebre, decenas de vecinos de la víctima iban saliendo de callejones polvorientos para sumarse a la caravana: más de 300 personas estaban reunidas en el camposanto.

Algunas policías que escoltaban el carro fúnebre no podían contener el llanto al recordar a su compañera.

“Su sencillez y disciplina de trabajo hizo que se ganara el cariño de muchos”, dijo una de sus colegas entre sollozos, mientras observaba el ataúd.

Una agente destacada
El comisionado Oswald Guerra, jefe de la Delegación Centro, de San Salvador, hizo un repaso de la carrera policial de Kenny y destacó el “excelente” trabajo que realizó.

La joven estuvo destacada en la Unidad de Emergencia del 911 de San Salvador; en la Subdelegación Centro Histórico y en el Centro de Inteligencia Policial.

Guerra aseguró que la agente era muy jovial y siempre tuvo buena disposición al trabajo que se le encomendaba.

Kenny provenía de una familia humilde; su padre era carpintero y su madre hacía oficios domésticos. La pareja engendró cinco hijos: dos hombres y tres mujeres.

Algunos parientes manifestaron que la joven desde pequeña manifestó su deseo de superarse profesionalmente y, según ellos, los logros que obtuvo fueron porque “todo se lo encomendaba a Dios”.

El pastor evangélico de la zona aseguró que Cabezas tenía 18 años de congregarse.

“Por su demostración de valor, Kenny siempre será recordada como una heroína”, fue el mensaje que dio Mauricio Amaya, subdirector de Seguridad Pública, en representación de las autoridades policiales.