Cuatro familias han tenido que escapar en los últimos días, ante las amenazas de supuestos grupos de pandillas que se movilizan en el cantón El Chumpe, en el municipio de Huizúcar, La Libertad. Agentes policiales de Huizúcar aseguran que en total, unas 15 familias han tenido que abandonar la zona, sobre todo del caserío El Cajón, que solo una calle, los divide con el cantón El Chumpe.
“La situación es grave, nosotros aquí no podemos hablar nada. La gente aquí está amenazada, estamos fritos”, es la expresión triste y secreta de uno de los habitantes de la zona.
Foto EDH
Una lugareña afirmó que sentía temor por todo lo que estaban viviendo, aunque aclaró que “esto ya se había calmado, pero solo fue por unos días”. Solo basta llegar al referido cantón para percibir el nivel de peligrosidad que se extiende desde las silenciosas calles, cafetales hasta las viviendas de los habitantes de la zona.
“Nosotros solo vemos que la gente se va, pero no sabemos que ha pasado”, manifestó una señora, quien es vecina de un grupo familiar que el sábado abandonaron el cantón El Chumpe ante las amenazas que habrían recibido.
Un grupo de policías que patrullaba el enganche entre la calle principal de Huizúcar y la vía que comunica con el municipio de Nuevo Cuscatlán, recomendó a un grupo de periodistas que tuvieran cuidado, pues la zona estaba violenta y “era peligrosa”.
“No se vayan a oponer si les quieren quitar las cosas de valor como celulares, relojes…”, recomendó un agente policial, camino al cantón El Chumpe. Al llegar al destino, había un grupo de sujetos alrededor de una motocicleta y al ver a los periodistas se entraron a un cafetal y se perdieron.
Pero antes, trayecto a ese lugar, el equipo se encontró con otros sujetos con celular en mano, quienes podrían haber estado alertando a sus compinches sobre las personas que ingresaban al lugar.
La Policía de la zona sostiene que casi la mitad de la población del caserío El Cajón ha tenido que emigrar por amenazas. “Ahí la mayoría de casas están solas”, dijo un policía.
En las últimas semanas, otras colonias de San Salvador también han tenido que pasar por estos duros momentos. El caso de la comunidad Tutunichapa III, en San Salvador, donde unas 30 familias también han tenido que salir huyendo de la noche a la mañana tras la amenaza de estos grupos.
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Un señor afirmó que en 73 años de residir en esa comunidad, nunca había pasado eso, ni siquiera en la guerra. Igual situación de éxodo vivieron 12 familias en los apartamentos Cristo Negro, en Mejicanos, cuando un grupo de pandilleros les dio un ultimátum para que dejaran el inmueble.
En San Jacinto y San Marcos también se registró que otras familias dejaron sus viviendas por temor a las pandillas terroristas.
Un policía manifestó que estos casos se dan porque una persona recibe una llamada amenazante a su celular y ésta se encarga de difundirla en la colonia, el cual aumenta su efecto.
El vicepresidente Oscar Ortiz reconoció esta problemática, “este año va a ser difícil, y no puede ser de otra manera, una batalla frontal contra el crimen, siempre implica una reacción del crimen”.
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