Este año se generaron 4,765 empleos menos que en 2014

Según Fusades, el bajo desempeño económico se ha visto reflejado en la poca capacidad para generación de empleos durante este año en El Salvador

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Fusades aseveró que el bajo crecimiento económico es el genera menores oportunidades de empleo y, que a su vez, también se traduce en un incremento de la pobreza.

/ Foto Por Jorge Reyes

Por Pedro Carlos Mancía / Karen Molina

2015-11-18 9:00:00

En 2015, el sector privado generó 4,765 empleos menos que el año anterior, de acuerdo con el informe de coyuntura económica al tercer trimentre de 2015 de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), esto viene a demostrar el bajo desempeño económico del país, ya que refleja la “poca capacidad para generación de empleos en 2014 y 2015”.

Según cifras de cotizantes en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), en 2014, el sector privado generó 9,675 empleos nuevos, mientras que el siguiente año se generaron 4,910, lo que equivale un poco menos de la mitad de lo ya generado.

Hasta el 2014, la tasa de desempleo había subido al 7%, lo preocupante es que para 2013 se mantenía en 5.9%, demostrando un crecimiento significativo.

Para Fusades esto se debe al bajo clima de inversión que posee el país, debido a que a mayor inversión, mayor generación de empleo. La institución establece que una necesidad fundamental para cambiar estos índices reside en mejorar el clima de inversión y reactivar la creación de empleo y crecimiento. Esto factores son imperantes para que las condiciones sociales y la inclusión mejoren en El Salvador.

Otro factor que juega en este tema es la informalidad; los datos de la Encuesta de Hogares de Propósito Múltiples demuestra que en 2014 la informalidad se ha mantenido constante en 70%, lo que significa que 1.9 millones de los trabajadores posee un empleo informal.  

El informe de la institución señala que la economía continúa creciendo poco, aunque el ritmo de la actividad económica mostró una leve tendencia al alza durante el tercer trimestre de este año. El problema con esto es que pese a que las cifras son positivas todavía se mantienen relativamente bajas.

Al revisar las cifras del Índice del Volumen de la Actividad Económica (IVAE) se puede observar que en agosto de este año subió a 1.85%, sin embargo, desde diciembre 2014 hasta marzo de este año, el indicador se había mantenido en 0%.

Por otra parte, entre 2013 y 2014 el número de personas en estado de pobreza aumentó en 192,000 en El Salvador, según cifras de Fusades. Esto significa que en un año, el 2.4% más de la población se sumó al estatus de pobres, alcanzando así un 37.2% del total de salvadoreños.

Fusades separa esto en dos rubros: urbano y rural; siendo esta última zona la que sufrió mayor impacto ya que incremento menos que la urbana, subiendo 2%, pero ha llegado a totalizar en que el 43.7% de las personas viviendo en el área urbana sufran de pobreza.

En las zonas urbanas del país, 2.7% más salvadoreños se ven afectados por la pobreza, es decir, que 33.7% de la población urbana vive en vulnerabilidad. En estas cifras se refleja el impacto que el incremento en los precios de la canasta básica alimentaria ha tenido en la gente.

Pero la medición del número de salvadoreños pobres no es definitiva y podría variar al alza después que se conociera hace dos semanas un nuevo indicador que mide la pobreza de una forma multidimensional.

De acuerdo con este indicador, un salvadoreño no solo es pobre si no cuenta con los ingresos necesarios para pagar una canasta básica alimentaria, sino también si carece de otros derechos como la seguridad, una vivienda digna, espacios de recreación y acceso a salud y educación, entre otros. Según este nuevo índice, el 35.2% de la población es pobre porque carece de al menos siete derechos esenciales para que viva plenamente.

El nuevo indicador, creado con asesoría del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) muestra que la pobreza es mayor a la que muestra la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de la Dirección General de Estadísticas y Censos, que solo reportó un 29.6% de familias en pobreza en 2013.

Según el informe de coyuntura económica para el tercer trimestre del 2015 de Fusades, “el incremento de precios de la canasta básica alimentaria impactó en el aumento de la pobreza en 3.1% en 2014”. Es así como la Fundación explica que no hay un crecimiento sustancial en los ingresos y número de empleos para que más personas tengan la posibilidad de salir de la línea de pobreza.

Fusades señala que hay que sumar otros factores  que influyen en el ámbito económico como la producción nacional, pues esta reportó al tercer trimestre del año un crecimiento bajo. Esto significa que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al segundo trimestre del año fue de 2.4%.

Pero el agravio recae en que parte del crecimiento se ha debido a factores externos como la caída del precio del petróleo y la demanda internacional, con esta última mejoraron las exportaciones de bienes que crecieron 5% a septiembre 2015, recuperando así el valor de hace dos años.

Por otra parte, la inversión privada continúa siendo baja y se destaca como una de las más bajas en Centroamérica. “Guatemala y Honduras son países que experimentan altos índices de delincuencia, narcotráfico y fuertes protestas sociales por corrupción, pero atraen más inversión que El Salvador”, postula el informe.

Adicional a esto, la Fundación indicó que muchos empresarios consideran que el clima de inversión sigue siendo desfavorable. Fusades explica que, según el indicador de clima de inversión que ellos realizan, la percepción del clima de inversión se ha mantenido negativo de manera consecutiva desde 2008. Asimismo, la confianza que los empresarios tienen para invertir en el país se mantiene baja.  Esto está estrechamente vinculado con el riesgo país que una nación posee. Fusades indicó que el riesgo país aumentó para El Salvador en los últimos meses, o sea  que el financiamiento externo para el país se ha encarecido. Cuando una nación posee un riesgo más alto, significa menor inversión por parte de empresas extranjeras, lo que se traduce en menos empleo.

Gran parte de los motivos por los que el riesgo crece es debido al deterioro de las finanzas públicas (ver nota aparte) y la polarización política que “limita la capacidad de tomar acuerdos para estabilizar la economía y mejorar el clima de inversión”.

La inseguridad al acecho

La inseguridad juega un rol importante en estos factores y para la economía en general; Fusades subrayó el impacto negativo que tiene en la economía el incremento de  la criminalidad.

Para evaluar esto, la Fundación realizó su encuesta Dinámica empresarial, para medir cómo esto afecta la actividad de las empresas.

El factor más mencionado por los empresarios fue la delincuencia, en donde 50% de las empresas dijeron haber sufrido este tipo de delito. Lo curioso es que al comparar esta cifra con la del primer trimestre se puede ver que el número de compañías afectadas aumentó (41% a principio del año). Por otra parte, entre julio y septiembre, el 26% de los empresarios entrevistados reportó haber sido víctima de alguna acción delincuencial, curiosamente, este indicador se ha mantenido en ese nivel desde hace poco más de un año. Pero, la mención de la delincuencia como el factor más importante que afectó la actividad de una empresa pasó de 24% en el primer trimestre a 34% en el tercero.

GOES aumentó sus gastos en $90.7 millones en 2015, en comparación con el año anterior

El informe de coyuntura económica de Fusades indica que los gastos del sector público no financiero tuvieron un aumento de 90.7 millones de dólares hasta el mes de agosto de 2015, en comparación con el año anterior.

El informe detalla que “las cuentas fiscales se debilitan, con déficits altos y una rápida acumulación de deuda”. Más allá de esto, la preocupación está en que esa será la dirección que continuará para el próximo año.

El déficit fiscal del sector público (la diferencia entre ingresos y gastos), ha permanecido alto durante los últimos seis años, es decir que el Estado gasta más de lo que percibe en ingresos. De acuerdo con proyecciones de la institución, se contempla que para el 2016 el déficit alcanzará los $1,067 millones o 3.9% del PIB.

No obstante, en 2014 el déficit alcanzó el 3.6% del PIB y, de igual manera, consideran que para el cierre de este año la brecha fiscal podría ser mayor al 4%. Fusades establece que “si se cumplen las estimaciones anuales oficiales para el presente año, el gasto público en el último trimestre será más elevado que lo erogado en el mismo período en 2014”, tomando en cuenta una aceleración durante octubre y diciembre.

Sin embargo, aseveran que la no disponibilidad de recursos “podría frenar hasta cierto punto las erogaciones que se ejecuten en los últimos meses del año”. La institución recalca que en la forma en que se ha financiado la brecha fiscal entre enero y agosto de 2015 comparado al mismo período del año anterior permiten notar leves modificaciones en las operaciones.

Por ejemplo, tanto en 2014 como en 2015, los abonos de la deuda externa han sido mayores que los desembolsos, es por esto que el financiamiento externa fue negativo.

Asimismo, también hubo una disminución del financiamiento interno que pasó de $484.8 millones  en 2014 a $420.4 millones en 2015, aunque la deuda interna es la principal fuente de financiamiento del déficit. Fusades manifiesta que las necesidades de financiamiento serán mayor es el próximo año. Esto se puede observar cuando vemos algunas operaciones del Gobierno, como la emisión de Letras del Tesoro (Letes), que se ocuparon para cubrir cerca del 60% del déficit generado entre enero y agosto de este año. Lo que implicó un aumento en la deuda.