Donan colchón especial a niño con enfermedad de la piel

El niño padece epidermólisis bullosa, una enfermedad que le provoca lesiones en la piel.

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Los padres de Kevin, un niño de dos años que padece epidermólisis bullosa, dijeron que él necesitaba de un colchón especial para poder dormir sin lastimar su piel.  

/ Foto Por EDH

Por Xenia González Oliva

2015-11-22 5:50:00

Kevin, el niño de dos años que padece la rara enfermedad epidermólisis bullosa, recibió ayer su primer colchón adecuado para su condición. 

Las noches son muy difíciles para el niño, comentó anteriormente la madre de Kevin, Mercedes Ruiz. 

Debido a su enfermedad, el roce con texturas como las de una cama pueden lastimarlo e ir provocando pequeñas lesiones en su cuerpo, que si no sanan adecuadamente pueden convertirse en llagas e infectarse. 

La casa de la familia es de lámina por lo que las noches en las que hace calor es muy probable que el niño no pueda dormir debido a la irritación y dolor en su cuerpo. 

En un inicio sus padres intentaban que él durmiera con ellos en su cama, pero el niño solo logra dormir en una hamaca. 

Patty Saade, que ha organizado un grupo de ayuda para pacientes del sistema de salud público, logró llevarle ayer un colchón antiescaras al niño. 

Con el nuevo colchón esperan que el infante pueda dormir de forma más cómoda, sin el riesgo a herirse la piel. 

El cuerpo del niño se mantiene enrojecido, con descamación de su piel en algunas áreas. E incluso ampollas considerables en sus brazos y pies. 

Saade dijo que el colchón antiescaras está hecho de un material especial que no provoca roce con el cuerpo y no es de plástico como un colchón de agua, que era la otra opción para darle. 

El precio del colchón especial ronda los $135. 

Pero además le llevaron un colchón de espuma para colocarlo debajo del otro y un ventilador para aliviar las noches de calor. 

Debido a que el niño necesita que le apliquen cremas humectantes y antibióticas al menos tres veces al día, Saade también logró conseguirle más medicamentos para su tratamiento. 

Aunque Kevin es atendido  por un dermatólogo en el Hospital Bloom, no suele haber de las cremas y medicina que él necesita, lamentó su madre. El costo del tratamiento del niño ronda los $100 al mes, dinero que es casi imposible de conseguir para la familia de escasos recursos. 

Por la misma enfermedad , Kevin tiene dificultades para comer, ya que también tiene tendencias a lesiones dentro de su garganta. 

A sus dos años apenas pesa 10.17 kilos, un poco más de 22 libras. El peso promedio a esa edad es de 26 libras.

“Yo quisiera algo para que recupere el peso porque en eso sí estamos bien mal. Está bien bajo de peso y la leche no le falta al niño, pero yo no sé por qué no sube de peso”, dijo su padre, Óscar Palacios.