En Intipucá los padres de los alumnos pagan a las cocineras y compran la leña

Las condiciones de lugar donde se cocinan los alimentos debe mejorse

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Pese al incremento de la inversión en el programa, persiste la deserción por otras causas. 

/ Foto Por Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2015-10-11 7:00:00

Lo que aporta el Ministerio de Educación para el programa de alimentación en las escuelas es frijol, arroz, azúcar, aceite, leche en líquido y harina fortificada para hacer fresco, pero el resto de ingredientes que se utiliza para la preparación de los alimentos, que van desde condimentos, tomates, chiles, cebollas o cuando quieren variar el refrigerio a los estudiantes, implica un costo de al menos un dólar mensual por estudiante a los padres de familia.

La población escolar del Complejo Educativo de Intipucá, La Unión, es de mil cien alumnos desde parvularia hasta bachillerato y todos son beneficiados con el refrigerio escolar que sirvena diario en ambos turnos de clases. 

Son dos las mujeres encargadas de la cocina, preparan los alimentos y ellas mismas lo sirven. El menú que sirvieron el miércoles 7 de octubre fue arroz blanco con sopa de frijoles y un vaso de fresco de harina fortificada.

María Paz es la cocinera contratada, tiene cinco años de encargarse, con otra mujer, de preparar los alimentos dice que para la mañana tienen que hacer para un aproximado de 500 alumnos y unos 300 para la tarde, “el gobierno solo da los granos básicos pero el resto es gastos lo ponen los padres para comprar los vegetales, queso o chorizo cuando quieren que se le cambie el menú a los cipotes para evitar que se aburran de comer lo mismo todos los días”.

Hay un comité de programa de alimentación conformado por padres de familia y docentes los que se encargan de manejar los fondos para la compra de los ingredientes y también pagarle a las dos cocineras cada una gana 200 dólares, “también tengo hijos estudiando y sé que es una ayuda estos refrigerios pero sería bueno que el gobierno debería de incluir otros para que se le pueda variar la comida a los estudiantes”, dijo Paz.

Necesitan mejorar el área donde se preparan los alimentos, el cual tiene dos hornillas y una chimenea, pero el techo de lámina es muy bajo y eso provoca recalentamiento y la temperatura es insoportable, con esas dificultades tienen que trabajar de lunes a viernes las cocineras. 

Rodolfo Biderman Ayala, subdirector del complejo educativo, manifiesta que el programa de alimentación está funcionando y es de gran beneficio para los estudiantes, pero hay necesidad de mejorarlo, incluir al menos una fruta por estudiante a la semana para que la alimentación sea equilibrada, “el alimento es una necesidad para los niños porque muchos se vienen sin desayunar y es increíble cuando el niño pide más porque no ha desayunado”.

Para él, la parte que no está funcionando mucho es en lo nutricional porque solo son arroz y frijoles, “nutricionalmente nosotros estamos mal alimentando a los niños en el sentido que en sus desayunos le estamos dando arroz y frijoles y el vaso de leche, pero se puede variar al menos de una fruta al día haría gran diferencia en la alimentación de ellos”, agregó Ayala subdirector.

En este centro educativo para cocinar los alimentos usan leña. Según el director gastan 250 dólares en cada “camionada de leña” y hacen una o dos al año.