EPODE International certifica Programa Quiero Vivir Sano

El programa de salud del Sistema Educativo Adventistas recibió certificación nivel 1

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Foto Por Omar Martínez

Por Omar Martínez educahoyreportajes@eldariodehoy.com

2015-10-22 8:08:00

El Programa Quiero Vivir Sano implementado este año por el Sistema Educativo Adventista en sus centros escolares a nivel nacional, dio su siguiente paso tras recibir certificación nivel 1 de EPODE International Network.

EPODE International Network (EIN) es una organización sin fines de lucro creada en abril de 2011 con el objetivo de revertir la tendencia creciente del sobrepeso y la obesidad en el mundo.

La certificación nivel 1 implica un mayor compromiso del Sistema Educativo Adventista para cumplir con mayor rigor los ocho pasos que abarca Quiero Vivir Sano: Beber agua natural, Actitud positiva, Bien Comer, Actividad física, Descanso, Auto-control, Desayunar más y Cenar menos, y La felicidad.

El presidente de EPODE, Armando Barriguete, dijo que la certificación nivel 1 fue otorgado a Quiero Vivir Sano porque “es un programa de salud serio, con una metodología que involucra a miembros de una comunidad educativa”, aseguró.

Quiero Vivir Sano recibirá soporte de EPODE en donde evaluarán las fortalezas y debilidades del programa, así como también su evolución para alcanzar los niveles 2 y 3.

“El nivel tres las convertiría en instituciones de excelencia en la rama de salud, pueden ser instructores del modelo EPODE en otros centros educativos no solo de El Salvador sino de centro y sur América”, añadió Barriguete.

El experto en salud infantil finalizó diciendo que Quiero Vivir Sano es un programa innovador y con muchos retos “debido a las barreras que nos ponemos que no nos permiten ordenar nuestros hábitos alimenticios”, finalizó.

Un proceso

La directora de Educación Adventista, Xenia de Burgos, explicó que el Programa Quiero Vivir Sano ha sido resultado de un proceso muy complejo que comenzó con los docentes quienes “se empaparon con los objetivos del programa y lo pusieron en práctica por ocho semanas”.

Los 5 pasos clave para la implementación del programa fueron: primero; se implementó una semana de salud en cada uno de los colegios del sistema adventista, segundo;  desarrollaron seminarios y nombraron los presidentes y promotores de salud en los centros educativos, tercero; los maestros se dieron a la tarea de integrar la salud en cada uno de los diferentes contenidos desde preescolar hasta bachillerato.

El cuarto objetivo fue orientar a los padres de familia para que busquen una mejor alimentación de sus hijos y como quinto paso, se hizo una serie de cambios en las tiendas escolares reemplazando la “comida chatarra” por comida saludable.

“Es un proceso que apenas comenzamos y tendrá como fruto una mejor salud en ustedes como maestros, estudiantes y toda la comunidad educativa, ese será nuestro aporte a la salud de nuestro país”, finalizó la directora.

Escolares con malos hábitos

La Encuesta Mundial de Salud Escolar de 2013, realizada en centros educativos públicos y privados de zonas urbanas y rurales del país, reflejó que el 1.8% de estudiantes cursa con bajo peso y delgadez, el 38% tiene sobrepeso u obesidad mientras que el 66% consume al menos una bebida carbonatada al día. Únicamente El 13% de los estudiantes encuestados realizan actividad física.

Ante los resultados la ministra, Violeta Menjívar, dijo que “estamos ante un problema de salud ya que el sobrepeso y la obesidad tienen como efecto una amplia gama de enfermedades crónicas no transmisibles que afectan notablemente la calidad de vida”.

“Considérennos como aliados del programa y que mejor que implementarlo en el sistema educativo”, cerró Menjívar.