Sandinistas bloquean una protesta contra el canal interoceánico

 Retenes policiales y seguidores del gobierno detuvieron las marchas opositoras

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Seguidores del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) gritan consignas contra una caravana de la oposición .

/ Foto Por Oscar Navarrete

Por Agencias Internacionales

2015-10-27 9:10:00

MANAGUA. Opositores al proyecto del canal interoceánico de Nicaragua tuvieron que suspender ayer la marcha prevista a culminar en la Asamblea Nacional (parlamento) para evitar “enfrentamientos” con la Policía antidisturbios y simpatizantes del Gobierno sandinista, quienes impidieron su paso, informaron los organizadores. 

Los manifestantes, que quemaron banderas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), aguardaron en las afueras del edificio del diario La Prensa, sobre la carretera Panamericana norte, sitio que fue fuertemente resguardado por la Policía antidisturbios, y de donde no pudieron avanzar en la ruta prevista.

En ese punto fueron convocados ayer personas procedentes de varias regiones del país, quienes denunciaron que tuvieron que superar incidentes y obstáculos en su camino hacia Managua. 

“Pobladores y campesinos de toda la ruta canalera de los departamentos de Río San Juan y Región Autónoma Caribe Sur han hecho un esfuerzo descomunal por vencer todos los obstáculos malintencionados que el Gobierno les ha puesto para impedir su llegada a Managua a la marcha nacional”, denunció Mónica López Baltodano, una de las dirigentes de la movilización.

Los opositores al canal intentaron iniciar la marcha hasta la sede del Parlamento, pero a pocos metros se encontraron con vallas colocadas por simpatizantes del Gobierno, lo que provocó forcejeos mutuos. 

La Policía antidisturbios, que también impedía el paso a la marcha, intervino y amenazó con lanzar gases lacrimógenos, lo que finalmente no hizo, pero propició un repliegue de los manifestantes opositores, que regresaron al punto de concentración. 

Allí los opositores al canal improvisaron un acto en el que celebraron que la mayoría de campesinos que habitan sobre la ruta canalera pudieron llegar hasta Managua, en medio de gritos de “Sí se pudo”. 

La líder del Consejo Nacional en Defensa de Nuestras Tierras, Lagos y Soberanía Nacional, Francisca Ramírez, explicó que fueron retenidos durante horas por oficiales de la Policía en distintos puntos de la ruta hacia Managua, “pero aquí estamos para defender nuestras tierras”, enfatizó. 

López Baltodano dijo a periodistas que decidieron suspender el recorrido hasta el Parlamento debido a que la Policía y un grupo de seguidores del Gobierno se apostaron sobre la ruta de la manifestación. 

La razón para cancelar la movilización se hizo para evitar enfrentamientos, explicó. 

Las escaramuzas dejaron al menos ocho lesionados, entre ellos dos manifestantes opositores y seis de una manifestación del oficialismo, según diversas fuentes. 

Al cierre de esta nota no se reportaban detenidos por estos incidentes. 

Los opositores al canal piden la derogación de la ley que otorgó la concesión de construcción y administración del proyecto a la firma china HKND Group. 

En tanto, la marcha de militantes y simpatizantes sandinistas denominada “Trabajo y Paz, Unida Nicaragua Triunfa” se realizó sin contratiempos ni incidentes. 

Los seguidores oficialistas estaban concentrados desde primeras horas de la mañana en las principales rotondas y avenidas de la capital para marchar hasta la Plaza de las Victorias, en el centro moderno de Managua.

El costo del Canal proyectado en Nicaragua supera los 50 mil millones de dólares, con una extensión de 270 kilómetros desde las costas del Caribe hasta las del Pacífico del país centroamericano. 

El proyecto, cuya obras estaban previstas a iniciar en diciembre de 2014, ha despertado temores entre grupos ambientalistas y defensores de derechos humanos. Los primeros alegan que su construcción será catastrófica para la flora y fauna del país, principalmente el Gran Lago de Nicaragua, de 8 mil kilómetros cuadrados, el más grande de Centroamérica. 

Los activistas de derechos humanos temen las consecuencias de un gigantesco desplazamiento humano en la ruta del Canal, que, dicen, afectaría a decenas de miles de nicaragüenses.