Geovany Alexander Contreras y Moisés Antonio Chinchilla Magaña, de 35 y 37 años, eran dos exmilitares que fueron asesinados el domingo en la tarde, mientras presenciaban un partido de fútbol en una cancha del cantón Pepenance, en el municipio de Atiquizaya.
Ambas víctimas vivían en el cantón La Esperanza, del mismo municipio, y ninguno de los dos tenía vínculos con grupos de pandillas, según explicaron familiares.
Tanto Contreras como Chinchilla Magaña tenían poco más de un año de haber abandonado las filas del Ejército, confirmaron parientes de ambos.
En cuanto a Contreras, la madre, una mujer de 65 años, dijo que había estado en la Fuerza Armada por más de 20 años, tiempo durante el cual fue dos veces a Iraq, como parte del Batallón Cuscatlán. Al salirse de la vida militar, Contreras logró conseguir trabajo como guardia de seguridad.
Fuentes policiales indicaron que una de las hipótesis es que ambos podrían haber sido ultimados por miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) que domina el cantón Pepenance, creyendo que aún estaban de alta.
Tampoco se descarta que el ataque haya sido perpetrado debido a que las víctimas, y el resto de jugadores de fútbol, viven en una zona controlada por la pandilla 18.