Pacientes del Rosales angustiados por carencias

Cinco familiares de pacientes con cáncer ingresados en el Rosales hablaron sobre la aflicción que los embarga por la escasez de fármacos para quimioterapia, antibióticos y componentes sanguíneos.

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San Salvador.-07-08-2015 .- / Foto Por Lissette Monterrosa

Por Yamileth Cáceres

2015-08-08 9:00:00

“Ya no la podemos comprar, ya no nos da más la cobija”
La familia de Óscar Pérez, un jornalero con cáncer en el hígado y los pulmones ,y padre de un niño de seis años, ya no puede seguir comprando los medicamentos para la quimioterapia. Óscar necesita seis botes de bleomicina, para ello deben reunir $398, comentó su hermana Marta. Ella dice que para las tres primeras sesiones, su madre, quien trabaja en San Salvador en labores domésticas, tuvo que prestar $1,200, pero ya no tiene a quién más acudir. “Ya le hablé a mi mamá, pero dice que ya no le quieren prestas dinero, eso quiere decir que le vamos a detener el tratamiento. Ya no la podemos comprar, ya no nos da más la cobija”, comentó Marta. Para ayudarle llámele al número 7753-5493.

Señora preocupada por las carencias en el Rosales
A Marlene Najarro le preocupa la situación que se vive en el Rosales, teme que a su hija le falten los medicamentos que necesita para recuperarse de un tumor en el riñón, como a otros pacientes ingresados en el Servicio de Hematooncología. Los dos meses anteriores, Marlene tuvo que comprar cisplatino y etopósido para que a su hija no le suspendieran la quimioterapia. La señora expresó que gracias a Dios, en este momento, sí hay del fármaco que su hija requiere, pero hay pacientes a los que se les ha suspendido el tratamiento o no les suministran sangre. “No nos parece que si hemos traído donantes para nuestros pacientes no se los pongan cuando lo necesitan”, dijo.

“Aquí no hay ni bicarbonato para lo pelado de la boca”
“Mi hijo tuvo una recaída de la leucemia, entonces le pusieron altas dosis de quimioterapia, ahora él está esperando curarse de una infección, pero me han dicho que no hay medicina”, se lamentó Blanca Alicia Cerro. Por el momento, la única alternativa que tiene es comprar el antibiótico (vancomicina), pero no tiene dinero para eso, pues el fármaco cuesta  $110 aproximadamente. “Lo que ha dicho la ministra de Salud es que el Rosales está lleno de medicamento y aquí no hay ni bicarbonato para lo pelado de la boca, nada”, dijo Cerro.
El joven de 19 años tiene una infección en la boca, el tratamiento debió iniciarlo el jueves pasado. Para ayudarle puede llamar al 7170-7179.

 Madre angustiada por la falta de sangre y plaquetas
Blanca Vásquez tiene los ojos inflamados, ha pasado horas y horas llorando y clamando para que a su hijo, Mario de 20 años le transfundan sangre y plaquetas.  Él fue diagnosticado con leucemia en marzo de 2012, luego le detectaron un tumor y ha perdido la vista en ambos ojos. Recientemente le identificaron infiltración de las células cancerosas en el sistema nervioso. Lleva 24 días hospitalizado, el miércoles sufrió una crisis, se le bajaron las defensas, pero fue hasta el jueves, minutos antes de las 4:00 de la tarde, que le transfundieron una bolsa de sangre; los médicos le dijeron que no hay. “Traje nueve donantes y hasta ahora (el jueves) que mi niño está casi inconsciente le han puesto una bolsa de sangre”, dijo Blanca.

“Los médicos pidieron sangre y no se la han puesto”
Plaquetas no hay, bolsas de sangre y medicamentos tampoco. “Bastantes pacientes se están muriendo por eso”, dice con vos angustiada, Griselda del Carmen Tula. Ella tiene a su hijo de 14 años ingresado en el  Rosales desde inicios del mes, él tiene leucemia (cáncer en la sangre).  En ese periodo ha necesitado que le transfundan sangre y plaquetas, pero la respuesta que le dieron en el hospital es que no hay, pese a que ella llevó cuatro donantes, comentó. “Mi hijo está bajo de todo, ayer (jueves) estuvo casi convulsionando, los médicos pidieron plaquetas y sangre y no se las han puesto. Mi hijo se ha puesto delicado”, se lamenta Griselda. Él ha estado solo con morfina y otro fármaco para la fiebre.