Matan a bebé de ocho meses y a su abuelo que vino desde EE. UU.

Cerca de 12 sujetos, vestidos con ropas oscuras llegaron a la vivienda en San Pedro Perulapán para asesinar a la familia.

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Una bebé de ocho meses murió al sufrir impactos de bala cuando su madre intentaba huir y protegerla de los homicidas que la atacaron con una escopeta. El padre de la joven mamá, que recientemente había venido de Estados Unidos, también fue asesinado mientras descansaba en una hamaca.

Por Yeni Letona

2015-08-10 8:23:00

José Gilberto Raymundo, de 63 años, tenía al menos diez días de haber llegado al país para visitar a su familia que vivían en el caserío Villalobos, cantón Tecomatepeque, en San Pedro Perulapán, Cuscatlán, cuando cerca de las 7:00 de la noche del domingo, alrededor de 12 sujetos atacaron a su familia.

José Raymundo dormía tranquilamente en una hamaca en el corredor de la vivienda, cuando varios sujetos con escopetas y armas cortas le asestaron varios disparos que acabaron con la vida del hombre.

En ese instante tanto la hija de José Raymundo junto a otras personas que se encontraban descansando y que presenciaron el crimen, decidieron correr para salvar sus vidas.

Según la Fiscalía, Sara Carolina Raymundo, de 35 años, cogió en brazos a su bebé de ocho meses e intentó escapar por todo el terreno donde se encuentra la casa.

Sara logró alejarse diez metros del lugar cuando pandilleros que le daban persecución lograron dispararle, al caer suelo, una de las balas que iba para ella impactó en la bebé de ocho meses, ambas murieron de inmediato.

Según la Fiscalía, en la escena del triple crimen se recolectaron evidencias de armas cortas y largas.

  De acuerdo a fuentes policiales, los hechores no se llevaron objetos de la vivienda, solo cometieron el crimen y escaparon.

Era una familia tranquila

Junto a una andadera y la hamaca donde fue asesinado Raymundo se encontraba un perro que como si supiera lo que había pasado, se le notaba una profunda tristeza y yacía tirado debajo de la hamaca en el corredor de la casa.

Vecinos que conocieron a las víctimas dijeron que eran personas tranquilas y que les había sorprendido lo sucedido, ya que en ese cantón nunca había sucedido un hecho como ese.

“Yo en la hamaca estaba, acababa de comer la cena cuando escuché la descarga de balas, ¡gran poder de Dios! Esto está peor que la guerrilla”, dijo una mujer que conoció a las víctimas.

Lugareños dijeron que el crimen se pudo haber originado porque Sara era pareja de un pandillero y que todos los fines de semana llegaba a departir en la casa de la mujer.

Algo que habría puesto en evidencia la relación que existía con la mujer y la familia, según indicaron.

Otros vecinos alegaron que todo podría haberse tratado por envidia, ya que el hombre residente en Estados Unidos era quien ayudaba económicamente a la familia. Pese a que se manejaron diferentes hipótesis del posible móvil del crimen, las autoridades señalaron que aún no se han realizado capturas, pero que están realizando las investigaciones entorno al caso.