SAN MIGUEL. Las autoridades penitenciarias de San Miguel realizaron una limpieza total en el reclusorio de la cabecera, al punto que desecharon pertenencias de los internos, tales como artículos personales, prendas de vestir, ropa de cama y hasta mobiliario que los reos mantenían en el recinto.
La cantidad de artículos desalojados del penal fue tan grande que las autoridades cerraron la 8a. Calle Poniente, vía que pasa frente al recinto, dado que estaba llena de pertenencias de los privados de libertad.
La acción de limpieza inició la noche del miércoles y la idea, según explicó la Dirección General de Centros Penales (DGCP) a través sus cuentas de redes sociales, era despejar la mayor parte de espacios posibles y evitar enfermedades.
La medida fue aplaudida por muchos migueleños, quienes aseguraron que por fin la Dirección General de Centros Penales puso mano dura.
La jornada inició alrededor de las 8:00 de la noche del miércoles, luego que reos, personal de centros penales y ejército sacaron más de un centenar de sillas plásticas que estaban en poder de los internos.
A eso se sumaron las prendas de vestir, ropa de cama, perfumes, calzado y más.
El desalojo de los artículos de los reos se mantuvo hasta horas de la madrugada de ayer, y durante la mañana, personal de la alcaldía migueleña recogió en camiones todo lo que retiraron del reclusorio.
Horas antes de la llegada del personal municipal, particulares llegaron a la zona del penal y se llevaron lo que pudieron, incluidas las sillas plásticas.
La Dirección General de Centros penales reiteró la limpieza y aseguraron que fue para evitar focos infecciosos y enfermedades en los convictos.
Detallaron que la campaña se hizo en coordinación con el Ministerio de Salud, aunque cuando este medio verificó la zona, no había personal de esa dependencia.
La unidad de comunicaciones de Centros Penales dijo que hubo una campaña de fumigación en presidio.
Quejas
Mientras se desarrollaba el desalojo, familiares de reos aseguraron que lo que la Dirección del centro hacía era una injusticia.
Una madre que se identificó solo como Dorotea aseguró que “tienen semanas de no dejar que uno les pase alimentos, solo lo que ellos les dan y ahora les quitan todo”.
Otra familiar de internos aseguró que su pariente se encontraba solo en ropa interior, luego que las autoridades les quitaron todas sus prendas de vestir.
Los vecinos aseguraron que la medida es buena, tomando en cuenta que recientemente han trasladado a reos de alta peligrosidad e, incluso, piden que el centro penal sea sacado del centro de la cabecera.
“Deberían de evaluar el hecho que este penal quede acá en el centro, es una zona donde hay colegios, comedores y transita mucha gente”, dijo Juan Melara, un empleado de un negocio cercano.
Semanas atrás, el penal aumentó su seguridad, que es militarizada, al punto que los particulares no pueden caminar por las aceras que lo rodean.