CEL pagó $9.5 millones a brasileños por 2 diseños del Chaparral que no sirvieron

Según la CEL, la segunda consultoría de Intertechne no proponía la solución a los problemas en donde se construye la presa

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La obra fue abandonada a medias por la empresa Astaldi, que luego llegó a un arreglo directo con CEL, alegando "imprevistos imprevisibles". Sólo ha quedadoun hoyo de lo que se anunciaba como una "megaobra". Fotos EDH / ARCHIVO

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2015-07-13 7:00:00

Más de $9 millones de dólares han quedado prácticamente botados después que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) descartara los dos diseños de la represa El Chaparral elaborados por la empresa brasileña Intertechne, la misma que está siendo investigada por el escándalo Petrobras en su país.

En 2006, CEL pagó a Intertechne $3.7 millones por el primer diseño, que posteriormente fue descartado.

Pese a los cuestionamientos por ese antecedente, en 2013 y casi al final de la presidencia de Mauricio Funes, la autónoma se apresuró a asignarle un nuevo diseño a la firma brasileña, esta vez por un precio de $5.8 millones.

Ahora resulta que la CEL considera que el último diseño no solucionaba los problemas en la margen derecha de la montaña donde se desarrollaba el proyecto, por lo que la entidad paraestatal hará un tercer diseño.

“Si nosotros retomábamos el rediseño que dejó Intertechne la obra iba a ser demasiado costosa y el proyecto (sería) poco o nada rentable para CEL y el Estado. Ellos no planteaban una solución diferente y si pretendíamos construir bajo esa idea tendríamos los mismos problemas en la margen derecha de la montaña”, explicó el presidente de la CEL, David López.

El funcionario confirmó que el proyecto será reiniciado en los próximos meses por CEL.

En ese sentido, de nada sirvió que se hiciera un segundo diseño, pese a que el expresidente de la CEL, Leopoldo Samour, insistiera en la necesidad del mismo, con la gravedad de asignarlo a la misma empresa cuyo primer trabajo fue descartado.

Por si fuera poco, CEL le pagó $108.5 millones a la empresa italiana Astaldi, pese a que dejó abandonada a medias la obra.

Tanto la CEL como Astaldi alegaron “imprevistos imprevisibles” para llegar a un “arreglo directo” para el pago, el cual fue defendido por Funes, argumentando que era mejor pagar que ir a un arbitraje o juicio internacional.

La obra tendría un costo de $219 millones, pero el gobierno ha dicho que requerirá $71 millones más, es decir, costará $290 millones.

Según López Villafuerte, si las obras se reiniciaban con el segundo diseño hecho por Intertechne su costo iba a rondar los $500 millones, casi el triple del monto original que planteaban los estudios de factibilidad hechos en 2004.

Al respecto, este periódico tuvo acceso a una parte del contrato entre CEL e Intertechne para el segundo diseño de El Chaparral, firmado entre el exdirector ejecutivo de la autónoma, René Ferrufino, y el apoderado de la compañía brasileña, Paulo César Akashi, y se comprobó que la institución le pedía a los brasileños “la alternativa (de construcción) con mayores ventajas tanto del punto técnico como económico” y que se tenían que definir propuestas que no restringieran la posibilidad de buscar otro eje para la presa, fuera del margen derecho.

Además, el cronograma que forma parte del documento deja claro que el contrato con Intertechne se firmó para que expirara en 2016 aunque López no aclaró si ya le liquidó el monto total del contrato. 

También revela que la revisión y el análisis de las propuestas técnicas fue presentado en enero de 2014, mes en el que CEL lanzó una precalificación para buscar el contratista que continuara la presa.

En esta etapa participó la constructora brasileña Norberto Odebrecht y Sinohydro Corporation, LTD de China. Sin embargo, este proceso de adjudicación no será tomado en cuenta para terminar la construcción de la central, confirmó López, debido a que “no se ajusta” a los presupuestos y a la decisión de CEL de trabajar “sólo con empresas nacionales”.

“Si queremos terminar este proyecto la mejor alternativa es que lo haga la mano de obra salvadoreña y con múltiples contratos. Acá hay capacidad técnica y tenemos que dinamizar la industria local, eso es parte del reflejo de esta nueva administración de CEL”, dijo.

CEL lanzó el viernes la licitación para los primeros dos proyectos que comprenden la fase I del reinicio de obras de El Chaparral. Estos comprenden la construcción de la estructura de la casa de máquinas (donde estarán las turbinas) y el suministro de concreto hidráulico.

Actualmente, Intertechne también ejecuta la supervisión de la expansión de la presa 5 de Noviembre a un monto de $9.2 millones, pese a que fue la única empresa que participó en 2012 en la licitación.

La construcción es ejecutada por la firma Queiroz Galvao que, junto a Intertechne y Odebrecht, son investigadas en Brasil por aumentar costos de proyectos y por ese mecanismo desviaban recursos al oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil.