La reconstrucción de la parroquia de San Andrés Apóstol, en Apaneca, requiere aún de más de $300 mil para concluirla; aunque dicho proceso va a paso lento luego que empezó en 2002, un año después que el templo sufrió severos daños tras los terremotos registrados en 2001.
Su párroco, padre Óscar Lagos, reconoció que entre los detalles más significativos que le hacen falta a la infraestructura está la colocación del piso de cerámica y de siete puertas, que de acuerdo con la cotización que han realizado cada una está valorada en $14 mil por el tipo de material que deben de utilizar.
Tres de estas puertas corresponden a la entrada principal y de los dos laterales.
Dos de estas se encuentran sin protección y la tercera solo cuenta con madera vieja y plástico, lo que facilita que cualquier persona ingrese al templo.
El religioso reconoció que hasta la fecha solo en una ocasión hurtaron algunas sillas.
La instalación del piso aún no ha sido cotizada; mientras que para el cielo falso invertirán $60 mil, ya que los materiales han sido traídos desde Guatemala; entre ellos la madera que es conocida como Santa María.
Trabajadores de dicha nación vendrán dentro de un mes para la instalación.
El sacerdote Lagos detalló que prevé que para diciembre estén terminados los trabajos en el cielo falso, las puertas y el piso; aunque para estos últimos aún no cuentan con los recursos económicos.
La instalación del cielo falso se dará tres años después que fueran anunciados esos trabajos, de acuerdo con registros periodísticos.
La instalación eléctrica y de sonido ya está concluida, por lo que el líder espiritual indicó que aún faltarán completar los camerines y los detalles que le dan el sentido religioso al templo.
La adquisición de otras 100 bancas también está entre lo faltante para completar a las 50 que tienen actualmente. El templo está diseñado para albergar a 800 personas sentadas.
El tiempo
Esos trabajos podrían ejecutarse en un lapso de un año aunque el padre reconoció que eso dependerá del altruismo de las personas, tal como ha pasado hasta la fecha, ya que la reconstrucción ha sido posible a través de ayuda económica de varias familias.
No precisó a cuánto asciende la inversión que han realizado a la fecha, aunque reconoció que ha sido alta en este proceso que ha sido difícil.
Entre esos momentos detalló que al principio los feligreses aportaban dinero, pero no miraban avances en los trabajos. Además, porque tuvieron que desarmar la cúpula y subirla con tecles para luego armarla de nuevo.
El llamado para las personas “es que vengan y vean la inversión. Al final del año, la tesorera del comité proconstrucción siempre da cuentas y expone los libros para que vean la transparencia con que se ha manejado esto (y) que vean las necesidades”, expresó el padre que tiene 20 años al frente de la parroquia.
Mientras, muchos de los feligreses confían en la “Providencia” para que el templo esté terminado a corto plazo, ya que es un sueño que mantienen desde que arrancó su reconstrucción.