Bandas delincuenciales vacían cuentas con tarjetas clonadas

Dos rumanos fueron capturados tras ser vinculados a las redes internacionales que se dedican a estos ilícitos

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Según autoridades, delincuentes colocan ranuras especiales en los cajeros para clonar tarjetas de los usuarios. foto edh

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2015-06-12 11:00:00

Unas mil 200 denuncias por diversas irregularidades en tarjetas de crédito y débito recibe anualmente la Defensoría del Consumidor en el país.

Por su parte la Fiscalía General de la República (FGR) abre mensualmente entre tres y cinco expedientes sobre investigaciones por los delitos de estafa agravada y tenencia de documentos falsos.

Estas investigaciones permiten arrestar a sospechosos, no solo salvadoreños sino también de otras nacionalidades. Como ocurrió con dos rumanos detenidos en un centro comercial de Antiguo Cuscatlán, a quienes les encontraron más de 30 tarjetas de crédito, aparentemente clonadas, con las que habrían sustraído cuantiosas sumas de dinero en el país.

Las autoridades locales sospechan que son parte de una red internacional dedicada al fraude con tarjetas de crédito.

Recientemente un empleado se llevó la sorpresa de que le habían extraído su sueldo quincenal que la empresa le había depositado en su cuenta bancaria con disponibilidad con tarjeta de débito.

Muy molesto por el faltante, acudió al banco a reclamar y pidió una explicación por lo ocurrido. Luego de las verificaciones, un ejecutivo le confirmó que su dinero había sido extraído en un cajero automático de Colombia.

El joven, quien aseguró que no había salido del país en el periodo que le vaciaron la cuenta, rechazó haber retirado el dinero.

Ante esa situación, el banco acordó reponerle el dinero, si presentaba una certificación extendida por la Dirección de Migración y Extranjería, en la que constatara que no había salido del país en el periodo que fue sustraído el dinero de su cuenta en el país del sur.

Pero el trámite de reembolso no sucedió de la noche a la mañana, como la víctima lo deseaba. Aún con esa urgencia debía esperar de uno a tres meses para que el banco agotara la investigación y finalmente le entregara el efectivo hurtado de su cuenta.

Según el ofendido, el ejecutivo le reveló que, como él, otras personas también habían sido despojadas del dinero por medio de cajeros automáticos.

En otros casos fueron víctimas cuando pagaban el combustible del vehículo gasolineras del país o restaurantes.

Llegan de otros países a delinquir

Ejecutivos del Comité de Seguridad de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) confirmaron que desde principio de año se ha registrado cierta incidencia de extranjeros que llegan al país a cometer este delito.

“Nuestras cámaras en los cajeros solo nos reportan rostros y el hecho en sí, pero no nos aporta más información que nos ayude en la investigación”, afirmó el ejecutivo, quien por su seguridad declinó identificarse.

Por su parte, la jefa de la unidad de Patrimonio Privado de la Fiscalía, Carolina Nóchez, afirmó que la última detención por esta causa se registró hace tres semanas.

“Los sujetos fueron identificados por las cámaras de seguridad del sistema bancario cuando cometían el ilícito en los cajeros automáticos, lo que alertó a la vigilancia de la irregularidad”, dijo la fiscal.

Aunque parezcan insignificantes las filmaciones en los cajeros, este aporte es valioso para las autoridades, pues con ellos pueden dar seguimiento a los sospechosos.

Esta fue la experiencia reciente, pero más antes que el caso de los rumanos, en que dos sujetos con varias tarjetas de crédito en blanco a las cuales más tarde, les incluirían la información de las tarjetas robadas fueron detenidos.

Nóchez explicó que estos sujetos, luego de extraer información de varias tarjetas, las clasifican según el disponible, el cual debe ser de tres mil a diez mil dólares en adelante.

“No se interesan por tarjetas de mil dólares, no se van arriesgar por estos casos”, añade la fiscal.

Dijo que estos casos son resueltos con mayor rapidez, cuando los bancos aportan los vídeos y los reportan a la Policía. En otros casos pueden tardar, porque la víctima se entera del delito y los denuncia hasta que fue a un negocio e intentar pagar con su plástico y le dijeron que no tenía disponible o hasta que le llega el estado de cuenta y ve revelado gastos no realizados por él e incluso fuera del país.

Cuando sucede esto, por lo general la víctima denuncia el fraude y a partir de ese momento inicia la investigación.

Según la fiscal Nóchez, quienes cometen estos ilícitos forman parte de estructuras en las que hay salvadoreños y extranjeros. Destacan colombianos y guatemaltecos, entre otros.

Según el perfil criminal, estos sujetos no parecen delincuentes, son personas de entre 25 y 40 años, visten prendas de marcas caras, además hacen compras de artículos caros.