El bario (Calophyllum brasiliense), es un árbol forestal de crecimiento rápido y uso múltiple, es generador de una fina y atractiva madera de atractivos colores, textura y resistencia a la intemperie, hongos e insectos.
Estas son ventajas ante otras especies que producen madera industrial. Un mueble construido con madera de bario finamente acabada presenta una decoración impresionante por la combinación de vetas de diferentes colores, desde rojo, rosado, amarillo, blanco y oscuro.
El follaje del bario es de una brillantez sobresaliente. Pareciera que se limpiara constantemente con aceite.
Por ello es recomendable para el establecimiento de marcos paisajísticos.
La corteza es fisurada, de color amarillento y rosado, lo que lo hace un tronco estéticamente atractivo y contiene un látex amarillento pegajoso como el bálsamo, que posee propiedades medicinales. Tradicionalmente se utiliza como cicatrizante en lesiones y especialmente para cicatrizar el cordón umbilical.
Las matronas o parteras lo usaban colocando ese látex en un pedazo de trapo y así tenían el parche milagroso que cicatrizaba el ombligo.
Más ventajas
Las flores del bario son adecuadas como melífera. Las abejas acuden en grandes cantidades para recolectar el néctar.
Esto convierte al bario en un prototipo para reforestar, pues muchos pájaros llegan atraídos por las abejas y otros insectos y en ese proceso las aves defecan semillas de otras regiones y funcionan como forestadores.
El bario es de fuste recto y sembrándolo a 2m x 2m o sea 1750 árboles por manzana, llega a crecer hasta 50 metros, con un diámetro de 1.8m. Por ser perennifolio, resulta excelente para sombra de finca o en parques, en las carreteras y especialmente para proteger mantos de agua.
El bario se adapta a todo tipo de terreno hasta arcillosos o salinos en alturas que van desde la costa hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar.