Estudio EM&A recomendó crear 35 nuevas rutas alimentadoras

El Gobierno no tomó en cuenta las sugerencias del estudio y asegura que 46 rutas saldrán afectadas

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La Ruta 41 B microbús tiene permiso del VMT para ir desde la colonia Brisas del Norte hasta el centro capitalino.

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2015-04-18 8:00:00

Al margen de las sugerencias que hizo el estudio del consorcio EM&A sobre la reestructuración de las rutas de Soyapango, Ilopango y San Martín, las autoridades del Viceministerio de Transporte (VMT) apuestan por que cerca de 46 rutas, de las 51 que convergen en la zona del Sitramss, se conviertan en alimentadoras del sistema.

El estudio del Consorcio Acciona Ingenieros- TTC- Escallon Morales (EM&A), presentado al Gobierno en junio de 2012, sugirió reestructurar las 51 rutas que salen de la zona occidental de San Salvador y dejar 35 nuevas rutas alimentadoras. El Consorcio estimó que saldrían de circulación 800 unidades.

La función de las unidades alimentadoras es trasladar a los usuarios desde las colonias hasta la terminal de Integración, ubicada en Soyapango. Para ello, el gobierno deberá de recortarles el recorrido para que no sean competencia del Sitramss.

La empresa Sistema Integrado Prepago (Sipago), formada por buseros, informó en 2014 que 21 rutas llegarían a la terminal de Integración y otras 25 tendrán como punto de transbordo un predio ubicado en Ilopango.

Debido a que los recorridos serán más cortos, las rutas también tendrán que reducir el número de unidades que circularán a diario.

El vicetitular de Transporte, Nelson García, también ha insistido en que la mayoría de rutas “van a redefinir sus recorridos” y no cambiarán su punto de partida.

De las 51 rutas que prestan el servicio hasta el centro de San Salvador, solo cinco mantendrían sus actuales recorridos cuando inicie operaciones el Sitramss, entre ellas las rutas 9, 3 y 7D. Debido al hermetismo en torno al tema de la reestructuración, se desconoce si las autoridades mantendrían esta disposición o se anunciará un nuevo cambio de esta pieza del rompecabezas llamado Sitramss.

En mayo de 2014, el viceministro García calificó el estudio de EM&A por el que pagaron $1,267,037, como “deficiente”.