Raptan y matan a soldado al regresar de baile en Huizúcar

Militar estaba destacado en la Brigada Especial de Seguridad Militar, fue asesinado con arma blanca.

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Hallan cadáver del soldado José Balmore Palacios Molina de 30 años, en un potrero del cantón Amaquilton en Huizúcar, tras tres días de desaparecido. Foto EDH / JAIME ANAYA.

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2015-03-16 7:00:00

El soldado José Balmore Palacios Molina, de 30 años, se constituyó ayer en el segundo militar en ser asesinado este año a manos de las pandillas.

Además, en lo que va del año, las maras han matado a 10 policías, cinco custodios y un fiscal.

Este hecho ocurre a solo tres días del asesinato del cabo Josué Navarro García, un hecho que sucedió en el pasaje 1, colonia El Sauce, en Lourdes, Colón, La Libertad.

Los restos del soldado Palacios Molina fueron encontrados en un potrero a casi un kilómetro de su casa, entre los caseríos María Victoria y La Esperanza, en el cantón Amaquilton, dijeron familiares.

El hallazgo fue ayer a las 7:00 de la mañana cuando vecinos del lugar avisaron a la familia y ésta a la Policía.

El sábado fue a un baile de celebración por el triunfo del FMLN en Huizúcar, al haber ganado la alcaldía. Un grupo de pandilleros de la zona lo esperaban a su regreso y lo interceptaron en una vereda que lo llevaría a su casa.

Pero de su muerte la familia no se enteró de inmediato sino dos días después, tiempo durante el cual fue considerado como desaparecido.

Un subinspector de la Policía, quien pidió no ser identificado manifestó que el cadáver del soldado presentaba múltiples heridas propinadas con arma blanca en diferentes partes del cuerpo como el rostro, espalda, brazos y piernas.

El oficial manifestó que la víctima fue asesinado con saña, aunque negó que antes de su muerte haya sido torturado.

Como en otros casos la familia dijeron desconocer que Palacios Molina tuviera enemigos o que haya sido amenazado.

Una hermana dijo que Palacios Molina no acostumbraba salir por las noches, ya que su rutina era de la casa al trabajo y viceversa, pero como se trataba del baile de celebración salió de su casa el sábado por la noche, “solo para que le sucediera eso (muerte)”.

Palacios Molina estaba destacado en la Brigada Especial de Seguridad Militar situada en los alrededores de La Tiendona en San Salvador.

Según su familia tenía cinco años de desempeñarse como soldado en esa guarnición y con su asesinato deja a dos niños en la orfandad.

La zona donde ocurrió el hecho contrasta con la belleza natural y el paisaje acompañado de una brisa agradable.

Pero por más atractivo que parezca el caserío La Esperanza, dijo un agente policial, el sector es “altamente peligroso”, sobre todo por la presencia de la pandilla 18 Sureños.

En lo que va del año, se han registrado cerca de 7 homicidios, la mayoría pandilleros y personas del lugar que no tienen nada que ver en los líos de las maras, explicó un policía.

“Estos sujetos asesinan a una persona tan solo porque les cae mal, son unos cobardes”, puntualizó el subinspector.

Un vecino relató que una persona no puede movilizarse de un caserío a otro porque los pandilleros los registran y les piden el DUI para identificarlos que no los invaden rivales. Los asaltos, las extorsiones y las amenazas son otros de los delitos que tienen sometida a la población de Amaquilton, subrayó el agente.