Fusades demanda eficiencia en uso de fondos en lo social

La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económica y Social plantea que en las últimas décadas se ha dado un incremento en los presupuestos de Salud y Educación, pero eso no se ha traducido en una mejor cobertura y calidad de los servicios. Frente a esto plantea que se deben definir bien las metas de estas carteras de Estado, planificar mejor los programas y realizar una mejor gestión de los recursos en función de cumplir esos retos

descripción de la imagen
De izq. a der. Licenciada Lissette Calderón, Doctora Helga Cuéllar Marchelli, ingeniero Leopoldo Dimas, doctora María José Herrera, investigadores de Fusades. Foto EDH / CORTES??A

Por Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com

2015-03-24 8:00:00

Aumentar la cobertura y calidad de los servicios de educación y salud con uso eficiente de los presupuestos disponibles, son dos de los desafíos que el gobierno enfrenta, según plantea la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) en su último Informe de Coyuntura Social.

Fusades expuso que si bien el presupuesto asignado al Ministerio de Educación (Mined) se triplicó en los últimos 15 años; pasando de $358 millones ejecutados en el año 2000 a $917 millones asignados para 2015, los fondos se han orientado más a mantener la provisión de servicios existentes que a superar la baja calidad.

El documento, que corresponde al segundo semestre de 2014, detalla que de acuerdo con el presupuesto de Educación para 2015 solo se destinan $0.33 de cada $100 en proyectos de inversión como la infraestructura escolar y solo $1 de cada $100 para los procesos de aprendizaje en el aula.

Helga Cuéllar Marchelli, directora del Departamento de Estudios Sociales (DES), de la mencionada fundación, expuso que más allá de pensar en incrementar el presupuesto para el rubro educativo es necesario definir en qué se va a invertir para lograr metas educativas concretas, y cómo se deben asignar los fondos para atenderlas al menor costo posible.

“Si el desafío principal es elevar la calidad, buena parte de los recursos debería ser para invertir en infraestructura escolar, mejorar la capacidad de gestión de las escuelas y también para potenciar la calidad de los docentes. Tenemos, además, que es necesario revisar las políticas públicas para impulsar las mejoras significativas a la calidad”, explicó Cuéllar Marchelli.

La directora del Departamento de Estudios Sociales expuso que cuando se examinan resultados concretos, como por ejemplo la tasa neta de matrícula de secundaria, es evidente que solo 38 de cada 100 adolescentes en edad de estudiar están matriculados. A eso se suma que la población que está cubierta no alcanza buenos resultados en las pruebas estandarizadas de rendimiento académico.

De acuerdo con sus palabras, aunque el paquete escolar ha dado resultados positivos elevando la autoestima de los niños y es muy bien recibido por los padres de familia, no necesariamente incide en el mejoramiento de la calidad y el rendimiento académico.

Salud pública

En lo que se refiere al campo de la salud el Informe de Coyuntura de Fusades también plantea que la provisión de servicios de atención sanitaria de calidad no tiene que ver únicamente con la disponibilidad de dinero, sino que también con una eficiente administración de los centros de salud.

De allí que subraye que los retos que enfrenta la red hospitalaria pública del país se muestran en los problemas que enfrenta el Hospital Nacional Rosales, de la capital.

Con ello se refiere a la escasez de medicamentos e insumos, la deteriorada infraestructura, los equipos en mal estado, la limitada capacidad para satisfacer la demanda de atención oportuna y de calidad. Además, las discrepancias entre las autoridades y el personal médico.

“Tenemos que cuando se hacen proyectos de inversión a veces se decide por hacer acciones de remodelación y no para atender necesidades más imperantes, como la adquisición de equipo médico, contratación de especialistas o satisfacer la demanda de medicamentos especializados”, declaró Cuéllar Marchelli, entre ellos la vacuna BCG que sirve para atender el tratamiento del Melanoma Maligno, la diabetes, hemofilia y enfermedades renales.

Los datos manejados por Fusades indican que en este hospital cada médico atiende entre ocho y 16 pacientes por hora. Esto implica que dedican alrededor de cinco a siete minutos para cada caso. Al final tanto el paciente como el médico quedan en situación delicada. El primero porque no recibe un servicio de calidad y el segundo porque está en una situación de estrés y de fatiga que dificulta su buen desempeño.

“Todos estos hechos al final, al fondo lo que hay son problemas de planificación y administración hospitalaria”, advierten desde Fusades.

A partir del informe se reconoce que el Ministerio de Salud ha hecho grandes esfuerzos de reforma al sector e incluso se ha preocupado por definir nuevos documentos normativos para mejorar los servicios hospitalario, pero también se enfatiza que es necesario reforzar la capacidad para planificar y administrar los hospitales públicos.

Lo que Fusades recomienda es que en el área de la salud se debe establecer un sistema de indicadores de gestión que permita evaluar el desempeño y asegurar la eficiencia de los servicios.

Pero también deja claro que se debe seleccionar a funcionarios con conocimientos en administración para ocupar cargos de dirección en los hospitales del sistema público.