Un supuesto delincuente muerto, otro lesionado y cuatro capturados fue el saldo de dos enfrentamientos con policías registrados ayer —con pocas horas de diferencia— en San Salvador y Cojutepeque, Cuscatlán.
Al mediodía, un grupo de pandilleros le disparó a policías que patrullaban cerca de una quebrada de la comunidad Cecilio del Valle, en la colonia Escalón, al poniente de la ciudad.
Los agentes se defendieron y en el enfrentamiento pereció uno de los delincuentes, a quien las autoridades identificaron como Francisco Javier Beltrán, de 21 años.
El hombre, según fuentes policiales, tenía empuñada el arma con la que disparó contra los oficiales.
Minutos después fueron aprehendidos cuatro sujetos que presuntamente participaron en el hecho; otros cuatro lograron escapar.
Las autoridades confirmaron que los imputados pertenecen a una pandilla que delinque en la zona.
Unos minutos antes, Marvin Alexander García Batres fue capturado tras atentar contra unos policías que circulaban por la calle a La Estación, en el barrio San Juan, en Cojutepeque, Cuscatlán.
Los agentes se defendieron y lograron herirlo. El sujeto se encuentra hospitalizado, en condición estable, bajo custodia policial.
Se tuvo información de que el sujeto, supuestamente, es reclamado por un juzgado especializado para que responda por el delito de homicidio.
Los delincuentes continúan atacando a los policías pese a que, hace ocho días, la Asamblea Legislativa aprobó un decreto para endurecer los castigos y abreviar los juicios para quienes cometan estos hechos delictivos.
Hallan cadáveres atados de dos adolescentes
La noche del miércoles hubo dos dobles asesinatos en Cuscatancingo y en Usulután.
Dos de las víctimas eran adolescentes de entre 14 y 17 años, cuyos cadáveres localizados en el kilómetro 9 de la calle antigua a Nejapa, cerca del penal La Esperanza (Mariona).
Los jóvenes, a quienes no se pudo identificar, estaban atados de las extremidades y del cuello. Además, estaban envueltos en sábanas.
Según las autoridades, ambos presentaban lesiones de arma blanca en el cuello y golpes en diferentes partes del cuerpo. Preliminarmente no se logró determinar si eran miembros de pandilla.
La Policía fue alertada del hecho a las 10:00 de la noche. Se presume que fueron ultimados en otro lugar y sus verdugos solo los llegaron a abandonar a la zona.
Unas dos horas antes, Ovidio Torres y Francisco García fueron asesinados a balazos en caserío El Ángel del cantón El Obrajuelo, Usulután.
La Policía dijo que uno de los hombres, supuestamente, era marero y al otro lo mataron para que no los delatara.
Días atrás, en el mismo lugar habría sido asesinado un pariente del supuesto delincuente.
En Nahuizalco, Sonsonate, también mataron a Érick Javier Pérez Hernández, de 22 años. El homicidio fue cometido en la colonia San Antonio del cantón Guacamaya. No se estableció el móvil del hecho.
Otro adolescente de unos 17 años fue acribillado desde un vehículo cuando caminaba por la calle principal de la colonia Cruz Roja, en San Marcos, al sur de la capital.
La Policía informó que aparentemente él era miembro de una pandilla.
Por la tarde se conoció el asesinato de Exar Alberto Martínez Flores, de 33 años, en el caserío Llano La Majada del municipio de Masahuat, en Metapán, Santa Ana.
En otros hechos de violencia, una persona que fue lesionada de bala en las cercanías de la Avenida 29 de Agosto, a pocas cuadras del mercado Central, en San Salvador.
Miembros de los cuerpos de socorro que llegaron al lugar informaron que el pronóstico de salud de la víctima era grave. Se desconoce en qué circunstancias fue lesionada.
Mientras que en el kilómetro 43 y medio de la carretera Troncal del Norte, en el cantón potrero Grande de El Paisnal, fue herido de bala un hombre. Su estado era grave.
Se desconoce quién y por qué lo atacó.
Descubren cementerios clandestinos
La Fiscalía General informó en su cuenta de Twitter que dos cementerios ilegales fueron descubiertos en Olocuilta y San Juan Nonualco, en La Paz.
En cada uno de los lugares fueron encontrados los cadáveres de un hombre y un mujer, quienes supuestamente eran miembros de pandillas.
La fuente no reveló los nombres de las personas encontradas ni dijo hace cuánto tiempo las ultimaron.
Ambas fosas clandestinas fueron localizadas con ayuda de un testigo que habría participado en los crímenes y colaboró con las autoridades a cambio de recibir beneficios penales.