Cultivarán ostra del Japón en Conchagua

Fundatamarindo, Jica y Cendepesca apoyarán el proyecto de siembra de ostras japonesas

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El proyecto servirá para dinamizar la economía de las familias de la zona, pero, además, para garantizar la reproducción de la especie. Foto EDH /Insy Mendoza

Por Insy Mendoza Comunidades@eldiariodehoy.com

2015-02-09 8:00:00

LA UNIÓN. Como parte de los esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de las comunidades costeras del municipio de Conchagua, la Fundación para El Desarrollo de El Tamarindo (Fundatamarindo) realizará un proyecto de cultivo de ostras del pacífico en El Tamarindo.

El programa es apoyado por el Centro de Desarrollo para la Pesca y Acuicultura (Cendepesca) y la Agencia de Cooperación de Japón (Jica).

Tienen previsto beneficiar a un aproximado de 300 pescadores del lugar con la producción de ostras y su posterior comercialización.

Yolanda Gutiérrez, directora de Fundatamarindo, dijo que con el proyecto promoverán una oportunidad de subsistencia alternativa para los pescadores que regularmente son afectados por las condiciones climáticas que ocasionan la reducción de la pesca y pérdidas por la misma situación.

A la vez, contribuirá a reducir la extracción de otras especies, incluyendo la ostra de piedra que aún existe en El Tamarindo y es explotada sin que haya cumplido el ciclo de producción y crecimiento adecuado.

El apoyo que tendrán del Cendepesca y de Jica será en asistencia técnica y de semilla. Por el momento, el proyecto está en la fase de coordinación y reuniones con las personas beneficiadas. “Aún no se tiene cuánto será el costo, no sabemos el monto a invertir, porque dependerá del aporte que nos dará el Cendepesca, que es con la semilla y las capacitaciones; no sabemos si nos darán los materiales para la construcción o correrá por cuenta de la fundación”, dijo Gutiérrez.

César Carranza, coordinador local de Fundatamarindo, detalló que la población está entusiasmada con el proyecto a implementar, debido a que desde hace muchos años los ostreros ya no están sacando producto.

“Los ostreros están optimistas y sabemos que será un éxito, porque ya tuvimos la experiencia como fundación con el cultivo de cascos de burro y siempre con la iniciativa de beneficiar a las familias de los pescadores”, dijo Carranza.

Clemente Orellana trabajó 20 años sacando ostras y hoy lo hace cuando tiene tiempo libre porque ese producto disminuyó.

“Hay personas que siguen luchando por sobrevivir sacando ostras en las playas de El Tamarindo, El Jagüey, Playas Negras, y Las Tunas, hay mucha necesidad y poco producto y eso nos está afectando”, dijo.

Agregó que en la costa de Conchagua hay ostras de piedras, es difícil de encontrarla porque está pegada en las piedras, “cuesta sacarla porque hay que sumergirse a puro pulmón y empezar a picarla. Cuando nos va bien, se saca de tres a cuatro docenas, pero cuando está malo, solo una docena; si es grande, se vende desde 10 a 12 dólares la docena”.