Rutas afectadas transportan más de 3 mil usuarios diarios

En laS rutaS 41-a y 41-b aún no tienen "claro" cómo funcionará el plan piloto y dónde retornarán las unidades; de lo que sí están seguros es que los recortes de recorrido afectarán al usuario, dijo la gremial ATP

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Una de las paradas de mayor demanda de esta ruta 41 A es en la zona de los centros comerciales de Soyapango. Esta ruta llega hasta la calle Rubén Darío. Foto EDH

Por Marielos Ramírez nacional@eldiariodehoy.com

2014-12-15 8:00:00

Aunque el plan piloto aún no arranca, los buseros de las rutas 41-A y 41-B autobús y microbús ya visualizan el impacto negativo que tendrá en la zona, especialmente en los usuarios y empleados de esas rutas. Esas líneas fueron seleccionadas para ser las alimentadoras del Sitramss y por lo cual les recortarán sus recorridos.

Las autoridades y los buseros de Sipago han informado que el plan piloto del Sitramss se hará “por etapas”, pero las primeras pruebas de calibración realizadas la semana pasada dejaron en evidencia las molestias que causará a su paso, entre ellas el congestionamiento en la zona de la Juan Pablo II y el bulevar del Ejército.

A este problema se suma que el Viceministerio de Transporte (VMT) aún no ha reestructurado las 51 rutas de Soyapango, Ilopango y San Martín.

El ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, dijo el fin de semana pasado que a medida que vayan incrementando la flota de buses articulados al plan piloto, se irán “retirando” unidades del transporte público. El funcionario le apuesta a que este mecanismo descongestione la zona.

Pero inicialmente solo dos rutas serán parte del plan piloto, la 41-B y 41-A bus y microbús, según lo informaron los buseros del Sistema Integrado Prepago (Sipago).

Pese a que ya les comunicaron sobre su nuevo rol dentro del sistema, las rutas mencionadas aseguran que desconocen cómo funcionará el plan piloto, así lo explicó el representante de la Asociación de Transporte Público (ATP), Roberto Soriano.

Al menos 166 unidades de ambas rutas iniciarán con la prueba y error del sistema y ya no llegarán al centro de San Salvador. Según el estudio de demanda que realizó el Consorcio EM&A, en el 2011, estas rutas 41 Ay B tiene 84 buses y 82 microbuses.

De acuerdo con transportistas de la zona, solo los 37 buses de la ruta 41-B movilizan a un promedio de 3 mil 125 personas diarias. Estas unidades inician su recorrido desde la Urbanización El Limón, en Soyapango, hasta el mercado Central.

ATP estimó que una de las preocupaciones de los transportistas de esta ruta es que la demanda de usuarios disminuya y por ende sus ingresos. “Durante la prueba piloto, si es que la llevan a cabo, hay rutas paralelas que serían las que estarían abordando una buena cantidad de usuarios, sería otro problema, porque la mayoría de las rutas todavía estaría llegando hasta el centro de San Salvador”, dijo Soriano.

Soriano acotó que, según cálculos de los buseros de las rutas afectadas, la demanda disminuirá más de 50 %.

Ante este panorama aseguró que “difícilmente” estarían honrando los costos de operación y tampoco tendrían la capacidad para seguir pagando los créditos adquiridos ni para pagarles a los motoristas.

De acuerdo con la información que maneja la gremial de transportistas, las dos rutas afectadas han venido renovando flota a través de créditos bancarios. Un busero, quien no quiso ser identificado, estimó que las rutas afectadas han renovado un 70 % de la flota.

Según Soriano, la deuda en concepto de créditos para la renovación de flota en la zona de Soyapango asciende entre $36 millones y $37 millones. “Si la prueba piloto dura entre dos a tres meses, muchos de ellos perderían las unidades porque no tendrían que la capacidad de pago”, estimó Soriano.

Aunque los dueños de las rutas 41-A y 41-B bus y microbús conocen sobre el recorte de recorrido, Soriano aseveró que siguen con la incertidumbre de cómo funcionará la llamada “tarifa unificada”, cuánto cobrarán ellos y cómo se “repartirán” los costos y las ganancias.

“Ellos siguen manteniendo la incertidumbre si se les va a aplicar una misma tarifa, o si estarían cobrando una tarifa de 20 centavos o menos por el recorte de recorrido”, dijo Soriano.

El viceministro Nelson García ha dicho que el Sitramss beneficiará a los empresarios de transporte y que el sistema ayudará a mejorar sus ingresos. Pero los buseros contradicen al funcionario y han denunciado que el Sitramss llevará a la quiebra a los actuales operadores de Soyapango, Ilopango y San Martín.

El transportista criticó que el gobierno continúa cometiendo los mismos errores al no brindar información clara a los usuarios del transporte público ni a los dueños de unidades. La ausencia de un estudio técnico entre la verdadera demanda, la oferta y la inversión es el principal talón de Aquiles del sistema, argumenta Soriano.

Otro tema que les preocupa a las primeras rutas afectadas por el Sitramss, según ATP, es la capacidad que tendrán los buses articulados para trasladar a los usuarios.

Soriano estimó que en horas pico un bus traslada a un aproximado de 80 pasajeros y 60 un microbús, con una frecuencia de un minuto. El busero ejemplificó que para cubrir esa demanda, un promedio de seis buses articulados tendrían que salir simultáneamente cada tres minutos.

“En 10 minutos, se transportan como 1,600 pasajeros. Si movieran tres articulados, quedaría casi el 60 % tirado, si es que logran sacar tres articulados en 10 minutos”, dijo.

El VMT ha informado que los buses articulados tienen una capacidad de transportar a 160 pasajeros y los tipo padrón 105.

Las autoridades pretende atender al 15 % de la demanda de usuarios del área de influencia durante la prueba piloto. El viceministro Nelson García ha expuesto que trasladará a un promedio de 90 mil usuarios diarios desde Soyapango hasta San Salvador.

Los representantes de Sipago aseguraron que el plan piloto podría iniciar con entre 10 y 16 buses. Estos buses se encargarían de absorber la demanda que tienen las rutas 41-A y 41-B.

Sipago ha informado que el plan constará de tres fases.

En la primera se haría la calibración de los vehículos, en la segunda fase se harán pruebas con usuarios y en la tercera etapa aumentará de forma gradual de la flota de buses articulados y padrón, y al resto de rutas de la zona de influencia, para que empiecen a operar como alimentadoras del sistema.