Contra todo pronóstico médico, Stephanie Murcia sí pudo graduarse de bachillerato general en Hostelería y Turismo. Ayer recibió el título que la acredita como tal.
La joven ha roto el diagnóstico de sus médicos, el cual decía que su recuperación sería en cuatro meses. Ella lo ha hecho en dos meses.
Eso ha sorprendido a sus familiares, amigos y compañeros, así lo cuenta su madre Carmen Acevedo.
“Mire nosotros no queríamos que ella asistiera a su acto de graduación por su estado delicado, pero ella nos rogó que lo hiciéramos y por eso la llevamos”, aseguró.
Añadió que llegaron a la actividad justo cuando empezaban a nombrar a los compañeros de Murcia, quien se presentó ataviada con su toga y su birrete.
“Venimos casi obligados, pero eso la hace feliz”, mencionó el abuelo de la joven, Félix Acevedo Iraheta.
Tan grande fue la sorpresa para sus compañeros del Instituto Técnico de Exalumnos Salesianos (ITEXSAL), que aplaudieron al verla entrar. Ella mostró su mejor sonrisa y agradeció a los presentes.
El accidente que sufrió el 16 de octubre de este año, no la ha detenido para seguir soñando. La joven proyecta continuar sus estudios superiores, “le gusta idiomas y si no estudiaría gastronomía”, comparte entre sonrisas Acevedo.
Murcia fue dada de alta el pasado 24 de noviembre. Al momento no puede caminar, por ello recibe terapias diarias, las que tienen un costo de 20 dólares cada una.
Para ayudar a Stephanie, puede hacerlo a la cuenta 003050327426 del Banco Agrícola, también puede pedir información a Carmen Acevedo, al número de celular 6169-7190.
“Aún queda camino…”
Si bien, Murcia continúa la recuperación en su hogar, las jornadas en los hospitales siguen.
Dentro de seis meses será intervenida para realizarle la cirugía de la prótesis del cráneo, “aún no sabemos el costo pero sé que vamos a necesitar de la solidaridad de mucha gente”, comentó Acevedo.
El próximo 9 de diciembre tendrá otra evaluación médica. Luego el 20 la verá el neurocirujano y “así la irán evaluando para ver su avance, pero eso sí los médicos están con la boca abierta de la rapidez con la que va mejorando mi hija”, relató.
Todo lo que amigos, familiares y otras personas han hecho por Stephanie ha dado frutos. “Ella es un verdadero milagro de vida”, dijo la mamá, quien se dice feliz y optimista al ver que su hija se va recuperando.
Aún faltan cirugías, consultas, más terapias y más oraciones para que se recupere completamente, “lo vamos a lograr. Ella tiene el mejor ánimo y nosotros las fuerzas para ayudar. Sé que saldremos victoriosos”, concluyó Carmen.