LA UNIÓN. Dos pescadores de nacionalidad hondureña naufragaron el martes en horas de la noche a dos millas náuticas al sur de la isla Meanguerita, en el Golfo de Fonseca. Los fuertes vientos provocaron que la embarcación diera vuelta.
Una llamada anónima alertó a las patrullas marítimas de la Fuerza Naval salvadoreña, quienes encontraron al día siguiente, a las 7:00 de la mañana, flotando la lancha y el sobreviviente identificado como José Antonio Mejía Velásquez, de 20 años de edad.
Era el piloto de la lancha de nombre Alison, mientras que el ayudante aún se encuentra desaparecido.
El teniente Francisco Mejía Pérez, capitán de puerto de la Capitanía de La Unión, detalló que al recibir la llamada se activó el plan de búsqueda de las unidades costeras logrando ubicar a una de las víctimas.
“Tenía unas ocho horas de estar naufragando, se llevó de inmediato a la unidad de Salud de la isla Meanguera del Golfo para darle la atención médica inmediata y lograr estabilizarlo; la otra persona se encuentra desaparecida y ambos son de Punta Ratón, Honduras”, dijo.
Las autoridades de la Base Naval de La Unión hicieron las gestiones con el comandante de la Base Naval de Amapala, Honduras, para entregarles al pescador en un punto limítrofe marítimo, pero los hondureños se negaron a recibirlo, según confirma el oficial Mejía Pérez.
“Se hicieron las gestiones y coordinaciones para entregárselo; pero a la hora de entrega no quisieron recibir a su compatriota por no firmar un acta en la que nosotros detallamos todo los sucedido y la ubicación donde se encontró al pescador”, dijo el oficial.
Ante la negativa de la Naval de Honduras en recibir al pescador rescatado por su homóloga salvadoreña, se lo entregaron a la familia.
En marzo de 2002 los mandatarios de Honduras, Nicaragua y El Salvador firmaron un memorándum de entendimiento de Procedimientos Operativos entre las Fuerzas Navales de estos tres países. El procedimiento estableció que las navales, mediante un acta, deben hacer la entrega inmediata del pescador con todo sus aperos de pesca, y la otra recibirla en un punto límite marítimo que comparten los países involucrados.