Sin resolver hacinamiento e inseguridad en cárceles

Son dos de las cinco metas que el Gobierno comprometió con Asocio para el Crecimiento

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La falta de ejecución de los 71 millones de dólares tiene al sistema penitenciario salvadoreño en colapso. Foto EDH / ARCHIVO

Por Evelyn Machuca Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2014-12-04 7:00:00

El hacinamiento carcelario salvadoreño que supera el 300 por ciento, es una de las cinco metas que el país en el marco del programa Asocio para el Crecimiento no ha cumplido en tres años de ejecución.

Mediante dicho programa, El Salvador ha sido beneficiado con el Fomilenio I y II, este último ha significado 277 millones para el desarrollo de la zona costera.

La embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte manifestó ayer en el programa Frente a Frente, que la saturación penitencia es la tercera de cinco metas que el país no ha cumplido.

La cuarta meta importante que el país debe cumplir es la seguridad en los penales, es decir, la reducción del uso de celulares y otros dispositivos electrónicos en manos de los prisioneros para cometer delitos.

Aponte dijo que esta meta es trascendente porque por medio de los celulares se ordenan homicidios, extorsiones y todo tipo de amenazas a la población civil.

En este tema, la diplomática reconoció que este es un problema que también lo sufren en las cárceles de su país, pero que se hacen esfuerzos por incrementar la seguridad.

Estos compromisos bilaterales entre Estados Unidos y El Salvador, son revisados cada seis meses, dijo el secretario Adjunto del gobierno de los Estados Unidos, Johny Freeley.

De manera que en seis meses se verificará su logro o avance, manifestó, Freeley.

El secretario adjunto del gobierno de los Estados Unidos, afirmó que la falta de seguridad y el crecimiento económico del país son los principales obstáculos para el desarrollo de la nación.

Como parte de la solución a a la inseguridad penitenciaria las autoridades de Justicia y Seguridad Pública presentaron ayer en el penal de Apanteos, en Santa Ana , el modelo de gestión penitenciaria de El Salvador, a través del programa “Yo cambio”.

“Con el objetivo de que los privados de libertad, a través de un proceso de sensibilización e inducción, participen voluntariamente en las diferentes actividades de carácter formativo, educativo, espiritual y laboral”, indica un boletín del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.

La nueva estrategia penitenciaria que busca reducir el ocio carcelario, surgió luego de un estudio realizado por la consultora Interpeace, con el apoyo de la Unión Europea y el gobierno de Estados Unidos.

Apanteos con más de cuatro mil reos y con el 98 por ciento de su incorporación es el primer penal en adoptar el modelo y el cual esperan implementar en al menos seis más el próximo años y la totalidad (19) al final de este quinquenio, afirmó el director de Centros Penales, Rodil Hernández.

Según las autoridades penitenciarias este nuevo modelo de gestión se ha incorporado en Apanteos desde el 16 de diciembre de 2011 a la fecha, pero ayer fue oficializado, aunque se desconocen resultados.

Mediante esta nueva visión los reos desde que ingresan al penal eligen de un listado de especialidades o tareas en que se ocupará mientras permanezca en prisión.

Piscicultura, agricultura, carpintería, crianza de aves, enseñanza escolar desde primaria a bachillerato y deportes, son algunas de las opciones en las que están incorporados los reos de régimen cerrado o que no tienen ningún beneficio para salir de los barrotes de las cárceles.

Anteriormente esta s opciones eran ofrecidas solo a reos en fase de confianza y semilibertad.

Pero aparte de estos esfuerzos que buscan resolver el problema del ocio carcelario y con ello evitar que más extorsiones y homicidios se sigan ordenando desde la prisión, la embajadora Aponte citó como una meta no cumplida la aplicación de la Ley de Extinción de Dominio, por falta de los tribunales correspondientes.

Esta Ley tiene como fin confiscar los bienes a los narcotraficantes, las pandillas y la delincuencia común, luego de un proceso judicial.

“No tengo todos los detalles de por qué se ha atrasado, pero pueden haber muchísimas razones y todas muy buenas, incluyendo el retraso en el adiestramiento de los jueces y fiscales que van a participar en ese tipo de procedimientos, pueden ser también problemas de habilitar espacios apropiados para estos procedimientos; o sea, hay una gama de cosas y en eso nos tenemos que enfocar.