La Fuerza Armada se desvinculó hoy del asesinato de un joven boxeador ocurrido el miércoles por la zona de la terminal de Oriente, en San Salvador.
El atleta Érick Francisco Moya Leiva, de 21 años, fue atacado por al menos seis personas vestidos con uniformes de la institución castrense, según lo denunció su madre. Pero hoy, el Ministerio de la Defensa Nacional dijo en un comunicado que no fueron soldados los que mataron al deportista.
“Al realizar las investigaciones con el personal especializado de la institución, se verificó que no se han hecho patrullaje en ese lugar, por lo que se desvincula al personal de la Fuerza Armada, de los señalamientos que los familiares de dicho individuo han realizado en los medios de comunicación, deduciendo que podrían ser miembros de alguna pandilla de la zona”, dice el comunicado de la Defensa.
Luego previene a la población del uso de uniformes de la institución por parte de desconocidos para realizar actos de delincuencia y afirma que de inmediato investigaron el caso para tratar de detectar las irregularidades alrededor del asesinato.
El hecho se dio en la comunidad Peralta, vecina de la terminal de Oriente. El joven boxeador corrió sin éxito para evitar el ataque, cayó a un barranco y murió antes de ser traslado por socorridas a un hospital.