Después de negarse a hablar por semanas con medios privados sobre su participación como socio en la compra de cinco lotes en Nuevo Cuscatlán al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA), Sigfrido Reyes concedió una entrevista al Canal 19, en la que defendió la legalidad de la compra y la fuente lícita del dinero y se jactó de que su gestión ha sido transparente a la prensa.
“La Presidencia de la Asamblea se ha distinguido, al menos en mi ejercicio de una apertura con los medios de comunicación siempre y cuando se observen las debidas reglas de la ética periodística, la objetividad, el profesionalismo”, manifestó ayer.
Sin embargo, Reyes ha intentado restringir el acceso a periodistas al Salón Azul, negó el ingreso a un periodista de El Diario de Hoy al edificio legislativo tras acusarlo de haberlo ofendido sin tener pruebas; no ha dado explicaciones sobre los gastos en regalos y fiesta navideña en 2012 y datos de los asesores.
Incluso ayer hizo gala de que en los dos gobiernos del FMLN se ha ejercido el poder sin abusos, sin prepotencia, con diálogo y transparencia. “La gestión es tan transparente, impulsamos una Ley de Acceso a la Información Pública… que permiten que todo lo que se hace está allí a la vista, de una forma diáfana”, dijo.
Pero al preguntarle sobre su participación en la compra de terrenos al IPSFA junto a su exasesor Byron Larrazábal, no ahondó en explicaciones y, hasta ayer, solo había utilizado medios de comunicación estatales (Radio Nacional y Televisión Legislativa) para defenderse por un caso personal, algo que le cuestionó en su momento Transparencia Internacional El Salvador.
Ayer atendió únicamente al Canal 19, pese a que diferentes medios le han buscado para que dé su versión. En la entrevista no dijo nada nuevo y hasta negó que haya tenido negocios con el IPSFA y señaló a La Prensa Gráfica de basar su historia “sobre la base de informaciones erróneas, inexactas” y lo vinculó a una campaña difamatoria.
Pero luego admitió que sí hizo negocios con el IPSFA, es más, dijo que parte de sus derechos constitucionales está asociarse libremente para fines lícitos y sin ocultarse. “No uso prestanombres como pudiera usar tal vez otro político, no es ese mi estilo, siempre he dado la cara”, afirmó.
Luego defendió que como cualquier persona busca el progreso personal y que el dinero para comprar los terrenos en Nuevo Cuscatlán proviene de sus salarios ganados durante dos décadas “como representante del pueblo”.
Reyes y su socio compraron al contado los cinco lotes por un $440,501.01, según lo confirmó el IPSFA. Y según La Prensa Gráfica, también han adquirido otros en Acajutla y Planes de Renderos. Sobre ello no hizo mención Reyes.
Por este caso, la Fiscalía General de la República y el Tribunal de Ética Gubernamental le han abierto a Reyes procesos de investigación. Pero ayer dijo que con este negocio no ha cometido ninguna violación a la ley ni a la ética.
Alegó que él ni su familia llevan una vida ostentosa y que en la empresa tiene una participación minoritaria, que tiene todo en orden, y eso lo dice su declaración de Probidad.
En sus declaraciones, Reyes dijo que ha reflexionado sobre este caso y dejó entrever que su actuación política y que presida el Congreso no es del agrado de “ciertos medios de comunicación” pero eso no les daba derecho a calumniarle, y pidió que “las diferencias hay que saberlas dirimir y no llevar las cosas al descrédito personal y mucho menos armar campaña sucia” en tiempos electorales.
A la pregunta si el medio se convierte en un portavoz de esa campaña, respondió que ciertas decisiones “pudo haber afectado los intereses económicos de un medio de comunicación que disfrutaba de una exención fiscal”.
Luego le preguntaron si se sentía “perseguido o “acosado” por la prensa, pero Reyes respondió que cuando asesinaron a Monseñor Romero y a los sacerdotes jesuitas La Prensa Gráfica “le dio una mínima cobertura al igual que al caso de Francisco Flores”, pero sí le dan amplia cobertura a su caso que para él es “inventado”, se quejó.
Pide derecho respuesta
Pese a todo, el legislador farabundista dijo que no tiene intención de mantener un enfrentamiento con los medios de comunicación, que nada más espera que se le dé derecho de respuesta que no se le ha dado y cumplan la ley.
Pero ayer, el subjefe de Redacción de La Prensa Gráfica, Luis Laínez, publicó en su cuenta de Twitter la carta de 24 páginas que le hicieron llegar a Reyes en la que le notifican que, según la ley, no procede su petición de derecho de respuesta y que, además, le recuerdan que él mismo renunció a ello en su petición. (ver nota aparte).
Y le aclaran a Reyes que en ningún momento se le ha difamado ni calumniado como él lo expone en su petición.
Reyes dijo que ayer se cumplieron 15 días de haberla solicitado al periódico y que se le brinde una dimensión de espacio similar al que han ocupado para “dañar” su imagen y han generado opiniones de personas y sectores “con una clara agenda política, un plan para afectar mi honor y mi imagen, con ese mismo volumen también aclaren a la ciudadanía. Creo que eso es lo correcto, es lo justo”.
Es más, dijo estar dispuesto a tender puentes y apeló a la madurez y sabiduría del periódico, del que además dijo espera que ya haya reflexionado que se montó en una “historia sin fundamento”.