Transparencia enfrenta la resistencia de funcionarios Roberto Rubio

El director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) y representante de Transparencia Internacional cree que aún quedan retos en el combate a la corrupción

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Según Roberto Rubio, aún hay instituciones que se resisten a dar información oficiosa como es el caso de Capres. Foto edh/archivo

Por Por: Rafael Mendoza López

2014-12-07 8:00:00

Roberto Rubio considera que el país ha avanzado en materia de transparencia, pero aún hay cierta resistencia de algunos funcionarios. Señala que las instituciones sólidas son clave para detectar la corrupción en los Estados.

¿Cómo evalúa al país en términos de transparencia?

Hay que ver la cosa no de manera absoluta, hay que decir que hay avances como país, no méritos de alguien, porque ahora tenemos una sociedad más exigente, hay más medios tecnológicos. La información está virtual, datos abiertos, tenemos una Ley de Acceso a la Información, hay un Instituto de Acceso a la Información. El panorama ha cambiado a positivo. Ahora sabemos más cosas, podemos conocer los casos que han surgido recientemente, podemos profundizar más en las instituciones públicas, en la anomalías. Creo que en ese sentido el país ha mejorado.

Pero…

La otra cara de la moneda. Si hay más trabajo, más casos que salen, es porque justamente se ha ido extendiendo el fenómeno de la corrupción.

Ha habido resistencia de algunos funcionarios a brindar la información oficiosa…

Totalmente. Tú tienes algunos funcionarios, nosotros hemos tenido dos experiencias concretas en el caso de el FISDL en el gobierno anterior, con Héctor Silva y con Carolina Ávalos, presidentes que transparentaron los proyectos, las cuentas del Fisdl. Hemos tenido buenas experiencias con el MOP, como es el caso de la Diego de Holguín. Pero luego tienen otras esferas del Estado que esconden información, se resisten.

¿Qué casos?

Está el caso de la Asamblea, espacialmente del presidente, que dijo que iba a ser transparente y resultó de lo más oscuro. Luego, en Casa Presidencial todavía hay resistencia a entregar incluso información del gobierno anterior que a través de Funde y Transparencia Internacional que hemos solicitado en el gobierno anterior sobre gastos de publicidad, gastos de viaje del ex presidente (Mauricio) Funes, y volvimos a pedir la misma información recientemente y siguen sin entregarla, amparándose en que es información reservada. Hay áreas de abuso de reserva de información.

Con este nuevo panorama en materia de transparencia, ¿cómo se ubica El Salvador en términos de corrupción?

Hay mediciones que hacemos como Transparencia Internacional, que es la instancia más prestigiada, no se puede decir que este índice favorece a uno u otro país. En El Salvador, en los últimos años, hay una percepción mala, porque si tienes un examen y la nota de 10 a uno y estás sacando 3.8 pues lo que te dice es que estás aplazado. No es solamente al gobierno, es al Estado. Que digan que somos el segundo en Centroamérica es decir “mire, yo subí de 3.8 a 3.9 en mi nota”, pues realmente es consolarse con seguir aplazado.

¿Se puede decir, en el caso de El Salvador, que a más transparencia, menos corrupción?

Yo diría que en general sí. La gente confunde transparencia con corrupción porque hay transparentes corruptos. La percepción que hay es que aquí la transparencia es algo que está en boca de los políticos que tienen signos de corrupción y te dicen “mire, nosotros somos transparentes, viva la transparencia”. Y casos como el de un señor en la época de la Democracia Cristiana, que fue tan transparente que dijo “no he matado pero sí he robado”. No necesariamente la transparencia te conduce a la corrupción, pero sí te favorece muchísimo para ponerla en evidencia.

¿Qué nota le pondría al país en transparencia?

Eso es bien difícil porque no hay manera de medirlo pero tendría que andar parecido a este índice de corrupción. Si hubiera un índice de transparencia tampoco creo que saldría bien pero si tú ves que se niegan cosas elementales como pedir información sobre los asesores legislativos, negarla; pedir información de lo que se gasta en regalos, sobre uso de vehículos, son cosas que deberían darse, no ocultarse.

Pero, ¿no podría llegar a ser un tanto subjetiva esa percepción de corrupción en la ciudadanía?

Es que percepción quiérase o no lleva algo de subjetividad. Es lo que yo percibo y puedes tú tener una realidad que quizá no coincide. Por decir algo, en una dictadura no existe Internet y los medios están controlados, el ciudadano puede tener la percepción de que hay poca corrupción. El ciudadano siempre está influido. Otros, su percepción se basa en una experiencia negativa. Hay una cantidad de cosas objetivas, pero que conforman una percepción, que es importante porque hay instrumentos que acercan la percepción a la realidad.

¿Qué diferencia hay entre países que han sacado a la luz casos de presidentes corruptos, como por ejemplo Costa Rica, y otros donde no ha habido casos? ¿Son menos corruptos o no hay probidad?

Hay dos maneras de que funcionen las cosas y que la transparencia contribuya a la corrupción y se pueda detectar: cuando hay institucionalidad. Funciona la contraloría estatal cuando funciona la institución de justicia y cuando hay ciudadanía fuerte, abocada al tema. Costa Rica está en 15 posiciones adelante de nosotros, ha habido capturas de ex presidentes y uno dice que había corrupción, y en El Salvador, como no han capturado no hay corrupción, es una conclusión falsa. Es al contrario. Justamente un país indicado como más corrupto, que no haya habido peces gordos, indica que la institucionalidad está fallando.