Perrones descargan droga de submarino en Honduras

A mediados de octubre pasado, un submarino con drogas llegó a la bahía de Chirimuyo, en Honduras En Pasaquina hay negocios donde venden drogas las 24 horas. La Policía lo sabe, a veces son clientes

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Perrones descargan droga de submarino en Honduras

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2014-12-07 7:00:00

En la tercera semana de octubre, unos 15 salvadoreños, residentes la mayoría en el municipio de Pasaquina, cruzaron el río Goascorán y caminaron varios kilómetros para poder llegar hasta un lugar en la bahía de Chirimuyo, en territorio Hondureño, para descargar droga.

Fue un pedido especial: que solo salvadoreños participaran en la descarga de la nave, según fuentes de este Diario.

De acuerdo con los informantes, la descarga del submarino tardó aproximadamente seis horas. La paga fue buena. Los contratados solo almacenaron la droga, en al menos dos casas del municipio hondureño de Goascorán, limítrofe con Pasaquina, en territorio salvadoreño.

Las fuentes señalan que parte de la droga que descargaron del submarino fue a parar a otras casas de los caseríos conocidos como El Zapote y La Orilla, siempre en el municipio hondureño de Goascorán.

Los dueños de esa droga son parte de la red de narcotráfico y lavadores de dinero llamados Los Perrones, quienes ahora se apoyan más en las pandillas que operan en Pasaquina y Santa Rosa de Lima, en el departamento La Unión.

“El Perrón de Honduras recibe la droga en puerto La Brea y él se la manda a Los Perrones de aquí. Aquel la recibe en el puerto La Brea”, aseguraron las fuentes.

Sin embargo, a raíz de que a finales de la década pasada varios de Los Perrones fueron encarcelados por cargos de narcotráfico y lavado de dinero, ahora son los mareros quienes se encargan de moverles la droga a distintos mercados salvadoreños.

“Los grandes van dejando la droga para que las maras la vendan. Es un buen mercado. El consumo en Pasaquina es grande. Al parecer, cada semana en todo el municipio se venden siete kilos. Pasaquina es el centro que distribuye a nivel nacional”, externó una fuente de inteligencia.

Una vez que la droga ha sido distribuida por los mareros, Los Perrones solo llegan a recoger el dinero, a hacer nuevas distribuciones de droga y a pagar.

Maras, policías y militares se ayudan en el paso de drogas

De acuerdo con las fuentes, el flujo de drogas del lado hondureño hacia Pasaquina y Santa Rosa de Lima es constante y a diario.

De acuerdo con las fuentes, hay 15 personas que diariamente están pasando droga desde Honduras a través del Goascorán en pequeñas cantidades: dos o tres kilos. Ese es su trabajo. De eso viven.

La paga por ese tráfico de pocos kilos es buena y a veces son los mismos policías quienes les indican a qué horas pueden pasar por el propio paso fronterizo de El Amatillo, según las fuentes.

Pero Los Perrones no solo les pagan a los mareros en efectivo, también les pagan en especie: dos o tres kilos, dependiendo el trabajo que hayan realizado y los proveen de armas de alto calibre, como fusiles AK-47. En tanto que algunos policías, que también colaboran con Los Perrones, les indican a los mareros cuándo deben moverse de un lugar hacia otro.

En marzo anterior, El Diario de Hoy publicó un reportaje en el que informaba sobre algunos lugares rurales de Pasaquina y San Alejo, donde los mareros tenían como posiciones fijas y realizaban entrenamiento militar. A raíz de ese reportaje, algunos policías les sugirieron a los delincuentes que tenían que moverse.

Los pandilleros que estaban en El Rincón y en Pavana desaparecieron.

Las fuentes también aseguran que un grupo de pandilleros cuyo jefe sería un hombre al que apodan El Indio, se retiró del cantón Agua Agria.

“La misma Policía les dice que se muevan para tal o cual lugar porque donde están ya está muy caliente”, afirmaron las fuentes.

El grupo de mareros al mando de El Indio ahora está asentados en los sectores conocidos como El Zapatero y El Amate, ambos en el municipio de Pasaquina.

Desde ambos lugares están controlando el contrabando de armas, cocaína y marihuana. Esa actividad, según las fuentes, la realizan de una manera descarada, es decir que ya no se ocultan de nadie.

Según las fuentes, en los cantones donde pasa el contrabando, a las 7:00 de la noche que comienzan a jalar el contrabando, todos los lugareños deben estar encerrados en sus casas. El contrabando viaja en camionetas del tipo suburbana y pick ups 4×4.

Los mareros mantienen bien vigilada la zona. En todos los cantones por donde pasa el contrabando, hay vigías que muchas veces son personas desconocidas a quienes se las ve siempre con un teléfono en la mano.

Mucha de esa droga se está quedando en El Salvador, pues todas las semanas, los mareros reparten en San Salvador, a negocios nocturnos que supuestamente son de un cabecilla de la pandilla 18.

Pero también van a dejar droga a Chalatenango, a Sensuntepeque, Sonsonate, La Libertad… En ese negocio no se distingue si los compradores son de la Salvatrucha o 18.

Mucha de esa cocaína también se queda en el propio Pasaquina, donde hay negocios que funcionan las 24 horas, como un carwash al cual hasta elementos policiales llegan a comprar droga.

Pero no solo cocaína y marihuana trafican Los Perrones. Uno de ellos ya tiene bastante tiempo de estar traficando con heroína, la cual van a traer a Santa Rosa de Lima, narcos guatemaltecos que también realizan trabajo de hormiga: entran varios carros y estos no llevan más de dos kilos.