Sala de Emergencias del hospital Rosales saturada

Ayer había 40 pacientes pendientes de ingresar a un servicio de hospitalización

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Decenas de pacientes en la Sala de Emergencias del hospital nacional Rosales. fotos edh / douglas urquilla

Por Yamileth Cáceres servicios@eldiariodehoy.com

2014-11-12 8:00:00

Santos Serrano trata de descansar en un sillón azul que encontró libre en la Sala de Emergencias del hospital Rosales. Ahí espera un cupo para recibir la terapia de sustitución renal.

El señor de 54 años, originario de Ilobasco, llegó al hospital el lunes por la mañana. Ese día le dijeron que no hay camas en los servicios de hospitalización.

“Me dicen que está lleno, que no hay cupo”, manifestó Santos. Esa historia se ha vuelto una rutina para él, pues debe llegar cada ocho días a que le hagan la diálisis porque sus riñones ya no funcionan.

La Sala de Emergencias del principal centro de referencia luce saturada, los siete consultorios albergan cuatro y cinco camillas con pacientes que deberían estar hospitalizados recibiendo su tratamiento.

En los pasillos hay más personas sentadas en las sillas azules, otras en sillas de ruedas o en carritos atravesados. Ayer había 40 pacientes pendientes de ingreso, 32 de ellos del área de Medicina y ocho de Cirugía, informó Juan Antonio Tobar, jefe del área quirúrgica.

El hacinamiento en la Emergencia es el pan de cada día en este hospital, un problema que se arrastra desde años y que no se logra solventar.

“Esto se vuelve una situación crónica en la que no hay una respuesta adecuada por parte del sistema (de salud) para poder resolverlo. Lo que estamos viendo ahora es uno de los picos que usualmente se presentan con una frecuencia ya casi permanente”, explicó Tobar.

Entre esas 40 personas está Margarito Pérez, un señor de 80 años, también con insuficiencia renal, cuya hija lo llevó para que le hicieran la diálisis.

Margarito acostado en un carrito en medio de otras dos camillas. Su hija Rosa Pérez afirma: “Él ya está desesperado, ya se quiere ir, pero le digo que tenemos que esperar”.

Para él, ayer fue el cuarto día de espera en la Sala de Emergencias. Permanece ahí por la misma razón que el resto de pacientes: no hay camas para ingresarlo.

“Pienso que debería haber mejores condiciones para el paciente, ellos vienen enfermos y necesitan ser atendidos pronto, pero aquí estamos esperando”, se lamentó Rosa.

Ana Barrera es otra de las usuarias que ha permanecido en una silla acompañando a su padre Saturnino de 80 años, desde el lunes.

El señor sufrió un infarto cerebral, se le formaron coágulos en las venas de las piernas y los riñones le dejaron de funcionar.

“Logramos por lo menos encontrar camilla donde poderlo mantener porque él está inmóvil, tiene dormida la mitad de su cuerpo, no reacciona prácticamente”, dijo Barrera.

Agregó que ahí sobran las emergencias y que no les queda más que tener paciencia.

Tobar indicó que también tenían dos pacientes en la Máxima Urgencia de Cirugía que deberían estar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y un paciente con diversos traumas en uno de los tres quirófanos, porque tampoco había cupo para trasladarlo.

El jefe de la Emergencia expresó que la capacidad del hospital para ingresar a pacientes es insuficiente y que las medidas que se adoptan son limitadas.

Tobar considera que la mejor apuesta debería ser construir un instituto de nefrología (para tratar pacientes renales) y un centro nacional de trauma.

“(La atención puede descentralizarse, pero sí tiene que haber inversión. Definitivamente sin plata no se pueden desarrollar nuevos proyectos. Una infraestructura sin recurso humano no sirve”, acotó Tobar.

El lunes, el director Mauricio Ventura dijo en un programa de radio que el hospital ha crecido en los últimos cinco años, pues pasó de tener 550 a casi 700 camas.

“Hoy como la atención es gratuita, la demanda es mayor y entonces el hospital no da abasto”, indicó Ventura.

El director agregó que el hospital ha incrementado el espacio. “En la emergencia cada vez hay una demanda importante sobre todo de los paciente renales crónicos”, acoto el director.