Las vidas del supuesto patrón y de su empleado, el trailero

La madre del motorista afirma que su hijo le ha jurado que no sabía que llevaba dinero oculto cuando lo arrestaron

descripción de la imagen
Foto de Maldonado Perla posteada en su cuenta de Facebook, acusado de narcotráfico y lavado de dinero.Rastra conducida por Mario Edgardo Flores Cruz, en la que transportaba, ocultos, más de 100 mil dólares, propiedad de Maldonado Perla, según la FGR.

Por

2014-11-29 8:00:00

Por un alijo de dinero decomisado a mediados de mayo de este año, en la frontera El Amatillo, en La Unión, fue arrestado Luis Ángel Maldonado Perla.

Maldonado Perla es un hombre originario de San Miguel, quien logró escapar, el 12 de agosto anterior, de un operativo en el que se detuvo a varios jueces y abogados del oriente salvadoreño.

La Fiscalía no ha dado muchos detalles sobre la captura de Maldonado Perla, de la cual se informó a través de tres tuits.

En los mismos, se aseguraba que el capturado era buscado por delitos de narcotráfico y de lavado de dinero.

Además, lo relacionaba como el dueño de más de 100 mil dólares que se incautaron en mayo anterior, los cuales, aparentemente, iban rumbo a Costa Rica.

Maldonado Perla, también conocido como “Maldos” en el deporte automovilístico, es un próspero comerciante de San Miguel, de donde también es la mayoría de comerciantes vinculados a la red de narcotraficantes y lavadores de dinero conocida como “Los Perrones”.

Algunos testigos aseguran que, en pocos años, “Maldos” ha crecido económicamente con diversos negocios.

De hecho, en junio de 2008 matriculó una empresa con domicilio en San Miguel: El Nuevo Mayoreo Maldos, cuyo giro es la venta de prendas de vestir y productos textiles, aunque, en la actualidad, según los informantes, vende de todo.

El capital inicial con el que inscribió su empresa fue de más de 182 mil dólares, según consta en el Registro de Comercio del Centro Nacional de Registros, CNR.

Pero, además de ese negocio, Maldonado Perla es propietario de un venta de autos usados en San Miguel, a la salida de Santa Rosa de Lima.

El supuesto narcotraficante y lavador de dinero, según la Fiscalía, también tiene una lujosa residencia en el lugar más exclusivo del departamento, Residencial El Sitio 1.

Aparcados afuera de la casa, “Maldos” acostumbra tener varios vehículos y como distintivo especial, en la fachada de la residencia, una carreta de madera totalmente barnizada, aseguran las fuentes.

En la revista TodoMotor aparecen fotografías de Maldonado Perla durante competencias automovilísticas (Guatemala Raceway). Corría en un Honda Civic blanco como parte del Team San Miguel.

En su cuenta de Facebook, que es pública, Maldonado Perla publica fotos de su familia, departiendo en restaurantes, en fiestas, en competencias automovilísticas y más. Esa es la vida que llevaba “Maldos”.

Una vida de miserias

Pero a más de 50 kilómetros al surponiente de la Residencial El Sitio 1, de San Miguel, en una zona rural de un municipio de Usulután, una mujer se pasa todo el día cociendo maíz y vendiendo tortillas en una champa de lámina herrumbrosa y de pedazos de madera. Ella es Carmen.

El 17 de mayo de este año, en la frontera El Amatillo, del departamento de La Unión, limítrofe con Honduras, la policía decomisó 102 mil dólares que eran transportados, escondidos en un trailer, procedentes de Guatemala con destino hacia Costa Rica.

Ese día, Mario Edgardo Flores Cruz, caía preso por ser el conductor del automotor en que iba oculto el dinero como pago a narcotraficantes.

El oficio de Mario Edgardo era ser motorista. Manejaba de todo.

Para cuando cayó preso, tenía, aproximadamente, un año de estar trabajando con el dueño de la rastra donde iban ocultos los más de 100 mil dólares, según explicaron los familiares.

Carmen es la madre de Mario Edgardo, y es ella quien ha asumido la manutención de su nieta, es decir, la hija de Mario Edgardo.

En el domicilio de Carmen, todos los vecinos saben por qué su hijo está preso. Pero ella está convencida de que él no le ha mentido.

Sin embargo, desde hace mucho, no lo visita en la cárcel donde guarda prisión preventiva, en espera de la audiencia preliminar.

Carmen asegura que no sabe en cuál de las 18 prisiones salvadoreñas está su hijo.

Afirma que no lo visita porque no le queda tiempo. Pasa muy ocupada echando tortillas para mantenerse ella, la mujer de su hijo y su nieta.

Carmen prepara cada dos días un quintal de maíz para poder vender entre 20 y 25 dólares de tortillas.

“Si fuera cierto (que su hijo es narcotraficante), nosotros no tuviéramos este trabajo. Es un quintal de maíz que cocemos y torteamos cada dos días”, sostuvo la anciana.

Carmen cree que su hijo es inocente. A la pregunta de qué le ha dicho su hijo sobre el problema, en que está metido y si sabía que transportaba dinero oculto, la anciana está presta a responder: “Y él cómo va a decir, si él no sabe. Él dice que si hubiera sabido que llevaba ese dinero, no hubiera hecho el viaje”.

Cuentas diferentes

Mario Edgardo también tiene su cuenta en Facebook pero no la actualiza desde el 13 de febrero de este año.

Sin embargo, entre la cuenta del motorista preso y la cuenta de su supuesto patrón, hay muchas diferencias.

Mientras que Maldonado Perla ha publicado fotos con su hijo y su esposa bañándose en piscinas de lujosos hoteles, Mario Edgardo ha posteado fotos de él y su hijo pescando, aparentemente, en la bocana de Jiquilisco.

En la cuenta de Maldonado Perla hay imágenes de él luciendo sus autos o conduciendo el carro en que compite en cuartos de milla; en su cuenta, Mario Edgardo luce una vieja bicicleta en la que se desplazaba de su casa hasta los cañales en los que trabajaba, en una hacienda de Usulután.

Pese a esa vida marcada por la pobreza, fuentes policiales de la División Antinarcóticos creen que el camión que conducía Flores Cruz, el día que fue arrestado, tenía compartimentos secretos que les hacen sospechar que no era la primera vez que se transportaba dinero o droga en ese automotor.

Carmen, por su parte, dice que su hijo tenía, aproximadamente, un año de trabajar conduciendo furgones.