Expresidente Flores en una celda deplorable en la Policía

b Permanece en una bartolina de dos metros y medio por tres de largo

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Expresidente Flores en una celda deplorable en la Policía

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2014-11-20 7:00:00

Por el estado de salud en que se encuentra el expresidente, Francisco Flores, la defensa insiste en que las bartolinas de la División Antinarcótica no reúnen las condiciones mínimas para su recuperación.

Flores sufre de una trombosis venosa (coágulo) en la pierna derecha y más recientemente le diagnosticaron meocardio o dificultad de circulación sanguínea.

Por diversos medios El Diario de Hoy solicitó a la Policía Nacional Civil visitar la celda del exmandatario y evidenciar la situación de la misma, pero al cierre de esta nota no se recibió respuesta de las autoridades, por lo que se entrevistó a su abogado quien dio una aproximación del entorno en que se encuentra el expresidente.

Según su abogado, Edgar Morales Joya, el lugar más adecuado es su vivienda, pues de acuerdo con su cardiólogo, los padecimientos del exmandatario, no avisan de una crisis que podría desenlazar en su muerte.

Flores está alojado solo en una celda de dos metros y medio de ancho por unos tres metros de largo, ubicada al final del modulo de las bartolinas en la DAN. Por el área de la misma, no usa una cama que la familia le llevó al principio de su encierro, por lo que solo le dejaron un colchón para su descanso.

Para abrir espacio, durante el día levanta el colchón y en su lugar ubica un pupitre donde permanece leyendo un libro alumbrado por un foco amarillo.

La celda permanece cerrada con llave por una puerta de barrotes de hierro, lo que le permite un poco de ventilación sumada a una ventana improvisada de 50 centímetro de ancho por 50 centímetros de largo.

Cuando llueve en la celda del expresidente hay filtración de agua y para protegerse tiene que colocar plásticos.

Por la falta de higiene de la celda “el expresidente pidió permiso que le dejaran entrar un cepillo, con el cual le ha tocado limpiar las paredes y evitar los hongos de la suciedad y humedad”, afirmó su abogado.

A la par de la celda donde se está el expresidente Flores, hay un pequeño cubículo donde los abogados se reúnen con sus clientes para conversar sobre los casos.

Contiguo a las bartolinas hay un pasillo de un metro de ancho por cuatro de largo, donde le permiten realizar sus ejercicios, pues según lo manifestado por el jefe de la Dan, por seguridad y estrategia de la División, el exmandatario no puede salir de esa pequeña área.

Si se compara el lugar donde está el expresidente con los demás detenidos, las únicas diferencias son que no comparte su celda con otras personas y que le han permitido el pupitre para sentarse y leer.

Las celdas no tienen un lugar para bañarse ni servicio sanitario y para ello los sacan una vez al día. En las siguientes horas sus necesidades las deben hacer en una bolsa o en un recipiente y mantenerlas en la celda.

Estas condiciones no contribuyen a la recuperación del expresidente, pues el exmandatario no solo requiere de espacio para hacer sus ejercicios físicos, sino también atención médica para controlar su estado.

Además urge de una enfermera que esté pendiente del horario de las diferentes dosis que debe recibir para mantenerse estable.

Morales Joya afirmó que los médicos han dicho que Flores está propenso a los coágulos de sangre, por lo que deben controlarle sus niveles de coagulación.

Deben someterlo constantemente a controles de laboratorio ante la falta de evidencia de su mal.

Ante esa dificultad puede caer con embolia y el tiempo de trasladado a un hospital en caso de una crisis, tomando en cuenta el caos vial de la zona, sería fatal para Flores.

En la DAN para vigilar su estado de salud, cada tres horas lo va a ver por los barrotes un policía, una supervisión que no garantiza evitar una crisis.

El tratamiento de la trombosis tarda de un año a un año y medio para mejorarse.

En promedio el exmandatario es llevado al hospital unas dos veces por semana, lo que significa movilizar todo un contingente policial.

Para su atención se elaboró un manual operativo policial que entre otras cosas, debe ser vigilado cada tres horas para “ver si está vivo o muerto”, dijo Morales Joya.