“Se necesita claridad respecto de nuestro espacio económico en la región”

El mandatario costarricense enfatiza que la región centroamericana debe mirar más hacia adentro en materia económica, pero advierte que una de las trabas es la falta de competitividad, sobre todo del factor humano

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Se necesita claridad respecto de nuestro espacio económico en la región

Por Ricardo Chacón Rafael Mendoza López nacional@eldiariodehoy.com

2014-11-26 7:00:00

El presidente Luis Guillermo Solís fue uno de los líderes costarricenses que hace menos de una década se opuso al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica y Estados Unidos, sobre todo levantó su voz por la asimetría de las economías de ambas regiones; ahora señala algunas deficiencias, como lo es la disputa arancelaria provocada por este tratado entre El Salvador y Costa Rica, por el que éste último recibió un fallo favorable luego de que un panel arbitral determinara que las exportaciones costarricenses, amparadas en el TLC, deben recibir las preferencias arancelarias establecidas al momento de ingresar a El Salvador.

Pero la preocupación actual no es por el convenio, sino porque la integración centroamericana no se ha fortalecido ni ha crecido, y que como región no logra convertirse en un área competitiva que pueda aprovechar el comercio con la principales economías del mundo, como lo son Estados Unidos, Canadá y México.

Dicho en pocas palabras, el problema no es ideológico ni mucho menos se trata de una disputa entre las naciones centroamericanas, proclive a estas cuestiones, sino de cómo convertir a la región en atractiva para la inversión, así como generar una economía más competitiva.

En ese sentido, reactivar la integración centroamericana a través de fortalecer y modernizar el SICA, sobre todo que a partir del próximo año será presidida por El Salvador, pareciera que es uno de las principales objetivos de la visita oficial del presidente Solís y que le llevó a reunirse con presidente Salvador Sánchez Cerén.

El presidente Solís fue recibido ayer por el canciller salvadoreño, Hugo Martínez; el alcalde de San Salvador, Norman Quijano, le entregó las “llaves de la ciudad”. Y al mediodía se reunió con el profesor Sánchez Cerén. Luego ambos mandatarios dieron a conocer sus intenciones no solo de retomar los tradicionales lazos de amistad de ambas naciones, sino comenzar de nuevo a retomar el proceso de integración, alicaído en la última década, luego que el gobierno anterior de Mauricio Funes poco o nada hizo para promover la integración con los principales países socios de El Salvador.

En una entrevista con EL DIARIO DE HOY, el presidente Solís opinó sobre las “realidades diferentes” entre Costa Rica y el llamado “Triángulo del Norte”, que en las últimas semanas ha tenido un repunte con el apoyo de Estados Unidos y organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la importancia de reactivar y modernizar el SICA, así como la necesidad de hacer más competitiva la región y lograr una mayor integración, por ejemplo, dando pasos acelerados para modernizar y acelerar el proceso aduanal en los cinco países de Centroamérica, uno de los puntos que hace menos competitiva a la región, a diferencia de los avances que ha tenido en este punto Panamá, ahora inmerso en reconstruir el Canal.

A continuación lo conversado con el presidente Solís, durante su visita de un día al país.

Presidente, en el tema comercial hay una disputa que tiene que ver con aranceles, y sé que va por buen camino su resolución, pero ¿se están aprovechando al máximo las pocas posibilidades de intercambio?

Mire, yo lo advertí cuando hace ya casi diez años me oponía al tratado de libre comercio con Estados Unidos y República Dominicana; digo me oponía porque ahora la situación ha cambiado en el sentido de que esto ya es un hecho consumado. Yo advertí que ese tratado, si no se manejaba con cuidado, podía ponerle fin a la integración económica regional, porque el mercado norteamericano iba a pesar mucho y que esto podía convertirse en un tema que se volviera compleja en el manejo de los acuerdos regionales. Las dificultades que hemos tenido últimamente tienen que ver con eso, cómo riñe el acuerdo global de comercio con los acuerdos regionales centroamericanos. Afortunadamente se está resolviendo y yo creo que son mínimos los problemas con las posibilidades que tenemos de colaboración.

Hay que tener cuidado, y me parece que tenemos que amacizar más a la región frente a los otros bloques, porque lo cierto es que esos bloques están ahí. Y llámese Alianza del Pacífico, o llámese Unasur, o llámese eventualmente Celac, que es una organización donde Costa Rica también participa, y siendo política podría tener eventualmente incidencia en el orden comercial, tenemos que tener claridad respecto de nuestro propio espacio económico que es centroamericano y caribeño.

¿Es decir que para usted el problema no es tanto los mercados externos, sino el mercado interno, que no se ha logrado fortalecer?

Es que sin duda eso es así. Como región nosotros tenemos muy pocas posibilidades para vincularnos con rapidez y eficiencia. Si uno se pone a comparar, por ejemplo, la distancia entre Panamá y Guatemala es equivalente a la que está de Miami a Nueva York, por decir algo, y sin embargo, nuestros productos duran cuatro, cinco o seis veces para moverse en el espacio regional más que los que pasan en los Estados Unidos o la Unión Europea, y eso tiene que ver con la inseguridad, con malas fronteras, con regulaciones que se han quedado todavía de vieja generación. Entonces, creo que necesitamos mejorar mucho eso que se llama los espacios de competitividad regional, lo cual nos daría ventajas frente a terceros.

Estamos ante un desafío enorme, pero también es cierto que tenemos otros problemas, nuestras vías de comunicaciones en algunos países son muy complicadas, empezando por el mío. Hay todavía necesidad de mejorar la calidad y las condiciones específicas de estas infraestructuras… Hay todavía mucha tarea que hacer en cada uno de los países.

¿Cuál es la visión que tiene Costa Rica en general para hacer negocios en el país?

Para Costa Rica, el mercado regional centroamericano y caribeño se ha convertido en parte integral de su mercado nacional. Si vemos a la economía costarricense ahora como un espacio que va desde Panamá hasta Guatemala y salta hasta el Caribe. En ese sentido ya una misión comercial que en los últimos meses estuvo aquí para buscar posibilidades de mayor comercio, ambos somos países que estamos muy abiertos a la economía global, y por lo tanto me parece que nos conviene, tanto por razones de cercanía como de valores agregados en la producción de ambos países, encontrar estos nichos comerciales de mucha importancia. Le cuento uno que a mí siempre me ilusiona mucho y que es muy salvadoreño: los productos Diana, que me alegran la vida mucho en Costa Rica.

En materia de integración centroamericana, uno de los temas que incluso el BID planteaba con claridad es la poca competitividad que tiene la región y en particular la adecuación de las aduanas, que no se ha podido lograr. ¿Cuál es la visión de Costa Rica al respecto?

Queremos contribuir y acoplarnos a un sistema regional mucho más ágil. La falta de competitividad en la región tiene mucho que ver con la falta de competitividad de Estados que la forman, y con excepción de Panamá, que por la razón del canal ha logrado tener vinculación muy especial, con el mundo que ahora va a incrementarse con la ampliación del canal, los demás países nos hemos ido quedando atrás. Hay una serie de proyectos muy interesantes. El que visualizó mejor los nuevos desafíos fue el proyecto Mesoamérica, originalmente el Plan Puebla Panamá, que logró plantear la necesidad de mejorar la comunicación entre los países de la zona.

Ya se ha completado el SIEPAC, el sistema de integración eléctrica centroamericana. Ahora ya se puede vender energía en todas las zonas. Guatemala está haciendo una propuesta interesante que puede ser la salida para muchos países con la venta de gas que vienen desde México; hay cuatro o cinco proyectos de inversión en puertos, tanto en la costa del pacífico como en la costa del Caribe de Centroamérica y Costa Rica está invirtiendo en estos proyectos. Hay condiciones para mejorar la competitividad.

Me sigue preocupando un factor que es decisivo en materia de competitividad, que es el factor humano, es decir la posibilidad de contar con una masa laboral con la capacidad suficiente para aprovechar al máximo los desafíos.

¿Con el Gobierno de El Salvador cree que se pueden hacer proyectos específicos para lograr mayor competitividad?

Sí, yo creo que sí, especialmente porque El Salvador lleva la ventaja en Centroamérica en experiencia, por ejemplo, en materia financiera. Los bancos salvadoreños tienen una larga experiencia y la comunidad empresarial salvadoreña es muy reconocida por su capacidad de innovación. En Costa Rica nos hemos beneficiado mucho de esa capacidad que tiene el empresariado salvadoreño. Costa Rica podría aportar a El Salvador en una etapa en donde esto puede ser importante en materia de desarrollo institucional. Tenemos muchas décadas en donde ha sido posible mezclar los temas de desarrollo social con crecimiento económico. Allí podríamos hacer algunos aportes. Entonces sí veo que hay áreas de interés complementarias entre los dos estados.

¿Hay algún punto específico con el presidente Sánchez Cerén?

Creo que el tema de la integración va a ser muy importante. El Salvador será dentro de menos de un año presidente pro témpore del SICA. En la última reunión que tuvimos con los colegas en Santo Domingo planteamos la necesidad de una reforma integral del protocolo de Tegucigalpa para actualizar el sistema a las nuevas condiciones; mucho ha cambiado en Centroamérica desde el año 91, tanto en cuanto a la calidad y profundidad de los procesos democráticos como a la propia integración del SICA.

Hoy tenemos un sistema integrado por ocho países. Entonces, creo que eso es importante. Haré una reiteración de la voluntad del gobierno de Costa Rica para acompañar algunos procesos interesantes que se están haciendo, por ejemplo, en materia de comunicaciones, en donde nuestro instituto especializado, el ICE, puede hacer algunos aportes a El Salvador.

¿Qué papel juega Costa Rica dentro de esta nueva dinámica del Triángulo del Norte?

Nosotros aspiramos a jugar un papel de solidaridad activa con la región centroamericana a la cual pertenecemos y de la cual nos sentimos muy orgullosos como país. Desde ese punto de vista los desarrollos en cuanto al Triángulo del Norte los vemos con un gran interés. Evidentemente hay un proyecto regional que es completo, es integral, que no admite Norte ni Sur, sino que debe verse de manera íntegra, pero evidentemente hay realidades distintas entre el Norte y el Sur de Centroamérica y Costa Rica jugará el papel que pueda para asistir en los procesos en donde su participación pueda coadyuvar a mayor desarrollo, mejor y mayor respeto a los derechos humanos. Así que estamos en disposición de colaborar.