Condenan a cinco años a sujeto que tuvo encadenada a su hija

Según la FGR fue abusada desde la muerte de su madre en 2004

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Un padre fue condenado a cinco años de cárcel por mantener encadenada a una niña en Sonsonate. Foto EDH / Archivo

Por Jaime López nacional@eldiariodehoy.com

2014-11-20 8:00:00

El Tribunal de Sentencia de Sonsonate encontró culpable a Walter N. de atentar contra la libertad individual de su hija de 16 años y le impuso una pena de cinco años de prisión.

El jefe de la unidad de delitos relativos a la niñez y la adolescencia, Salvador Díaz manifestó que contaron con suficientes pruebas para demostrar el abuso que el padre cometió en perjuicio de su hija.

Luego de ser detenido, la menor relató a las autoridades que el sujeto la mantenía privada de su libertad y sometida a maltrato físico.

“Todo era para que ningún otro hombre se fijara en ella”, explicó la víctima.

La Fiscalía afirmó que al profundizar en la declaración de la niña, se descubrió que el padre también la agredía sexualmente. Posteriormente la comenzó a violar, indica el Ministerio Público.

Por estos últimos delitos Walter N. no ha sido enjuiciado, sin embargo, la Fiscalía también se le sigue este proceso en los juzgados.

Estos hechos iniciaron luego de la muerte de la madre de la infante en 2004.

Según consta en los expedientes judiciales, el padre comenzó a ponerle una cadena de metal en los tobillos a la niña y la ataba a un polín metálico.

Atada a cadenas en el día

En esa condición la niña pasaba sentada horas tras horas, hasta que regresaba de trabajar. Mientras permanecía atada, la adolescente no podía hacer nada, como bañarse o ir al servicio sanitario.

Según la niña, la abuela le daba de comer y beber líquidos durante el día.

Una semana antes de la captura del imputado, la joven dijo a las autoridades que este le cambió la cadena del pie y se la puso en el cuello.

En el interrogatorio, el padre justificó su maltrato porque su hija no hacía oficio en la casa. La última vez que la encadenó, no la sujetó a ningún polín metálico, sino que le puso la cadena y el candado, dejándosela colgada en el cuello similar a una corbata.

La adolescente aprovechando que podía movilizarse, decidió llamar a la policía para denunciar el abuso, mientras su padre había salido a trabajar.

A los pocos minutos de haber llamado, llegaron los agentes policiales y trasladaron a la niña a un hospital para someterla a chequeos médicos y sicológicos.

Luego procediendo a la búsqueda de su padre y finalmente a su detención.

En la mayoría de procesos judiciales los abusos sexuales o el maltrato infantil se da en ausencia de la madre de la víctima.

En los primeros seis meses del año, organismos no gubernamentales como la Organización de Mujeres Salvadoreñas (ORMUSA) reveló que se han denunciado 410 violaciones en menores en edades comprendidas entre 10 y 19 años.

La Libertad, San Salvador y Cabañas son los departamentos con mayoría de casos de delitos sexuales, según ORMUSA.

Los principales agresores en estos casos son los padrastros, los padres y algún vecino cercano de la familia.

Para las feministas, el agresor sexual está en casa o en la misma comunidad.

Estos casos no son fáciles de identificar, sino hasta que rebasan los límites, y las víctimas tienen una oportunidad para denunciar ante las autoridades.

En Soyapango, una niña fue violada desde que estudiaba primer grado, un abuso que se prolongó hasta que cumplió 13 años.

Las autoridades de justicia y las defensoras de la niñez, piden a los vecinos, profesores y médicos que denuncien cuando en una consulta se observa algún tipo de violación de derechos.