Pasar horas y horas esperando a que los delegados de Aduanas den el aval para que la mercadería pase sin ningún problemas en aduanas ha sido el calvario de los exportadores y agentes aduaneros en los últimos nueve meses.
La Corporación de Exportadores de El Salvador estima que se han dejado de movilizar más de $40 millones en toda la región y se han desaprovechado otras oportunidades alrededor del mundo, por los costos y tiempos que ha requerido el nuevo sistema.
Pablo Durán, presidente de esta corporación, reconoce que las aduanas no siempre han sido ágiles, pero desde que los equipos no intrusivos iniciaron sus operaciones el 6 de enero, el retraso en las aduanas empeoró.
El Diario de Hoy publicó en varias ocasiones las enormes filas de camiones que tuvieron que esperar horas y horas en los puntos fronterizos para que su mercadería recibiera el aval de Aduanas.
A nueve meses de su implementación, Aduanas ha logrado detectar droga y personas sin documentación dentro de contenedores, un caso que, a juicio de Hacienda, refleja la efectividad del uso de estos modernos equipos.
Sin embargo Durán resiente que Aduanas haya priorizado el tema seguridad antes que la agilización comercial, que tanto se necesita para ser competitivos.
“Insistimos en que no nos oponemos a estos equipos. El problema tampoco está en los $18. Aun si solo fuera $1, los atrasos son cuantiosos porque el proceso es muy tardado, dijo el representante.
“Esos atrasos de una o dos horas se convierten en pérdidas de $500 o más para los empresarios”, dijo Durán.
El empresario explica que los equipos están sirviendo más para buscar posibles delitos que para facilitar el comercio exterior.
“En estos momentos, para ellos, el tema de seguridad es más importante, pero se está sacrificando el tema comercial, que es para eso que está Aduanas”, dijo el empresario.
La queja ya es conocida por el director general de Aduanas, Carlos Cativo, quien trabajó para esa dependencia en años anteriores y hoy ha retomado el cargo.
“Estamos tratando de mejorar esta situación y de coordinarnos mejor para darle facilidad a los comerciantes”, dijo.
Durán asegura que ha visto apertura de parte de la nueva administración de Aduanas y espera que todas las trabas que tienen actualmente vayan mejorando, pues el problema no es precisamente el cobro de los $18 o el equipo, sino una serie de situaciones que se dan alrededor de las inspecciones y que complican aún más el procedimiento aduanero.
Canal azul
Una de las constantes quejas de los transportistas es que, a pesar de que la revisión de aduanas le dé una selectividad amarilla o verde con la que no sería necesaria una revisión física o solo la documentación, siempre queda a criterio de los delegados de aduanas la revisión física de los productos, lo que les obliga a una mayor pérdida de tiempo en el trámite de descarga de los productos.
Por eso Cativo asegura que ya están trabajando en establecer una nueva selectividad de color azul, que es muy usada en otros países y que agiliza los trámites en aduanas.
De hecho, el Sistema Aduanero Sistematizado con el que El Salvador y toda la región trabaja, ya establece el uso de este canal, que permitiría una auditoría después de su despacho, con lo que se lograría una mayor fluidez de los procesos aduaneros.
Representantes de la Asociación de Agentes Aduaneros de El Salvador, comentaron a este periódico que, pese a que existen estos canales de revisión, la mayoría de ellos son revisados por el escáner, cuyo centro de monitoreo está situado en Aduanas de San Bartolo, en Ilopango.
Con este trámite, todo el proceso se alarga y se complica el comercio.
Agregaron que la filosofía de Aduanas era facilitar el comercio, pero ahora la filosofía parece ser la de recaudar más impuestos.
En otros países, donde apenas se está implementado un plan como este, son los gobiernos los que están asumiendo los costos.