Ante la incontrolable escalada de violencia y delincuencia que agobian a los salvadoreños y la falta de policías para hacerle frente, la fracción legislativa del partido ARENA presentó ayer un anteproyecto de ley que busca darle mayor protagonismo a la Fuerza Armada en tareas de seguridad pública para el combate de la criminalidad que cada día cobra las vidas de 11 personas, según cifras de la Policía.
Lo que pretende la iniciativa presentada por el diputado por ARENA Ernesto Angulo es que la Fuerza Armada pueda asumir la seguridad pública en las zonas con altos índices delictivos y con mayor presencia de pandillas.
“Es el marco legal para la propuesta que le hicimos al Gobierno de que la Fuerza Armada tuviera el control de ciertas poblaciones o municipios considerados como los más violentos”, dijo Angulo.
En el anteproyecto que contempla la Ley Reguladora de las Facultades de la Fuerza Armada para el Mantenimiento de la Paz Interna, la Tranquilidad y la Seguridad Pública se definen las funciones que deberá tener la Fuerza Armada en materia de seguridad pública para el control de esos municipios, según el diputado arenero.
“Llegó el momento de tomar las medidas necesarias ante este fenómeno de la delincuencia que se le salió de las manos al gobierno”, dijo Angulo. Agregó que “ante la situación actual, propusimos que la Fuerza Armada fuera utilizada en materia policial, para darle seguridad a la población, ya que se han agotado todos los medios”.
En la referida ley, que tendrá que ser discutida en la Comisión de Seguridad de la Asamblea, se establece los principios básicos que deberán regir la actuación del Ejército en las denominadas operaciones de seguridad interna.
En ese sentido, la iniciativa propone que estas operaciones de seguridad servirán para “mantener y restaurar el orden en nombre de las autoridades civiles que las comanda”.
Además regulará el uso de la fuerza por parte de los soldados en caso se enfrenten a delincuentes o pandilleros, al señalar que se empleará el uso de la “fuerza mínima necesaria” y esta se considera desde la defensa propia hasta el empleo de técnicas militares tradicionales.
La referida ley le otorga la responsabilidad a la Fuerza Armada de proteger a la población y sus bienes indispensables, control y vigilancia en los sitios con mayor violencia, control de la población e intervención para la recuperación de rehenes en manos de las pandillas.