El policía y atleta fisicoculturista de La Libertad

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Johnny Stanley Rivas soñaba con participar en competencias internacionales y poner en alto al país. Foto EDH/ Archivo.

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2014-10-25 3:00:00

Johnny Stanley Rivas Martínez es el último deportista que ha muerto producto de la violencia en el país.

El sábado 11 de octubre un pandillero le disparó a traición en varias ocasiones cuando podaba un árbol en su casa, en Lourdes, La Libertad.

El policía y también campeón de fisicoculturismo a nivel centroamericano murió en el momento.

Johnny comenzó su carrera a los 13 años, cuando traveseaba las pesas y las máquinas para hacer ejercicios de su padre.

Cuando Rivas Martínez entró a la adolescencia siguió con la disciplina que le inculcó su padre, asistía a un gimnasio como pasatiempo y le gustaba mucho el deporte de los hierros.

Entre uno de tantos días de entreno, Luis Aldana, instructor del gimnasio y su nutricionista, le propuso al atleta que tomará más en serio la idea de entrenar, ya que tenía “madera” para el fisicoculturismo.

Con la ayuda de Aldana, Rivas Martínez se entrenó profesionalmente y regaló muchas medallas y trofeos al país a través de la Federación de Fisicoculturismo.

El asesinato del atleta conmocionó al deporte de los hierros, decenas de alumnos y amigos acompañaron su sepelio y entierro en un cementerio de Lourdes.

El principal sueño del atleta era participar en una competencia mundial y regalar al país un trofeo de ese nivel.

También su muerte provocó mucha tristeza dentro de la Policía Nacional Civil. Sus compañeros de la Unidad del Mantenimiento y del Orden (UMO) lloraron su muerte y repudiaron la forma en que fue atacado el atleta.

Rivas Martínez fue asesinado por tres mareros de la 18 por el hecho de ser parte de la Policía Nacional Civil, según el director de la PNC, Mauricio Ramírez Landaverde.

El lunes pasado fue capturado el último de los tres sujetos que participaron en el homicidio del campeón en fisicoculturismo y escudero blindado de la UMO.