“Los que mataron a Johnny la Biblia los llama cobardes y a ustedes policías el mismo libro les da el poder y la autoridad de poner orden y cuidar a su pueblo”, expresó un pariente de Johnny Stanley Rivas Martínez, ayer durante su entierro en el cementerio de Lourdes, en La Libertad.
Rivas Martínez fue asesinado por pandilleros el sábado pasado en la colonia San José II en Lourdes, cuando podaba un árbol en su casa. La víctima era agente de la UMO y campeón centroamericano de fisicoculturismo.
Decenas de amigos, compañeros de trabajo, atletas, vecinos y conocidos de Rivas Martínez acompañaron a la familia del agente a una misa en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes.
“Es triste que en esta sociedad nuestros padres tienen que enterrar a sus hijos por la violencia. Dios bendiga a estos padres de este héroe y Dios lo reciba en el cielo”, clamó el párroco de la iglesia.
Después de la misa el cuerpo del atleta fue trasladado por las principales calles de su natal Lourdes. Decenas de personas salieron a las ventanas para ver la numerosa caravana que fue acompañada por compañeros de trabajo del agente de la UMO.
A su llegada en el camposanto un grupo de policías le rindieron honores al agente y un grupo de oficiales entregaron el Pabellón Nacional a la madre del agente.
Su jefe inmediato destacó su vida dentro de la corporación policial, de la que fue parte desde 2004 como escudero blindado.
“Johnny tenía un vocación de servicio y unas ganas inmensas de salir adelante como atleta. Eso lo hacía distinto”, expreso Elvis Cisneros, jefe de la UMO.
El Diario de Hoy destacó la historia del atleta y policía el domingo anterior. La muerte de Rivas Martínez provocó indignación en las redes sociales.