David, de cinco años, armaba un rompecabezas sentado en una camilla del hospital San Juan de Dios de San Miguel, donde esperaba con paciencia su turno para ingresar al quirófano y ser operado.
El menor llegó a las seis de la mañana del sábado junto a su madre, María Juárez, para ser intervenido por una hernia que le ocasionaba fuertes dolores desde inicios del año.
“En abril de este año se dio una caída y después de eso se le originó una hernia que le provocaba fuertes dolores”, explicó la madre.
Agregó que la intervención quirúrgica de su hijo se la habían programado para diciembre próximo, pero que, aprovechando la jornada del viernes y sábado, decidió llevarlo a que lo atendieran.
“Me dijeron que en diciembre, pero gracias a Dios que han hecho esta jornada para ya salir de ese problema con el niño”, sostuvo.
Como él, 59 infantes más fueron intervenidos quirúrgicamente en el referido sanatorio por diferentes padecimientos, en una jornada quirúrgica desarrollada por galenos de diferentes hospitales nacionales del país.
Juana de Canales, directora del hospital, explicó que “es una jornada que se hace todos los años, en los que se operan a niños cuyas cirugías estaban programas con demasiado tiempo de espera”.
Agregó que todos los médicos que participaron en la jornada llegaron de hospitales nacionales de la región oriental y de San Salvador, eso, como parte del trabajo altruista que desarrollan los galenos.
“Tenemos a los cirujanos pediatras del San Juan de Dios de San Miguel, de Usulután, pero, además, del hospital Bloom”, sostuvo la galeno.
Los niños beneficiados con la jornada de intervenciones quirúrgicas habían llegado referidos de los hospitales de la zona oriental y con ello están dando una atención temprana a los menores que debían esperar para ser operados a finales de este año o principios del 2015, explicó.
Las autoridades indicaron que es importante hacer las cirugías en tiempos cortos, pues las complicaciones de salud en los pacientes pueden empeorar si no se atienden en el menor tiempo posible.
Mencionaron que la campaña es una iniciativa de los galenos voluntarios y del hospital, pues los recursos utilizados para la misma, son parte de los ya previstos en el presupuesto que posee el nosocomio de San Miguel.
Olimpia Gómez llegó con su pequeño Wilmer, desde Lolotique, el menor sería intervenido por dos hernias que padecía.
La mujer, entre lágrimas, veía el dolor de su hijo de tan sólo un año, cuando las enfermeras le ponían el catéter antes de ser ingresado al quirófano, donde le practicarían la extracción de la hernia.
“Es duro ver a un hijo llorando por tanto dolor, pero es necesario para que le puedan quitar esas hernias que lo han molestado desde que tenía dos meses”, dijo Gómez, mientras el niño era atendido.