A más de tres meses de finalizado su mandato, Mauricio Funes mantiene la misma defensa del pago de $108.5 millones que su gobierno, por medio de la CEL, le hizo a la empresa italiana Astaldi, pese a que dejó la obra sin concluir. En una entrevista la semana pasada, incluso se desvinculó de toda responsabilidad sobre las irregularidades de construcción halladas por la Fiscalía.
Funes dijo al canal 21 que peleó por El Chaparral, pero cedió ante la Astaldi y le pagó $28.5 millones que no correspondían al avance real de la obra. Sumada esta cantidad con el anticipo de $79.8 millones que recibieron al inicio totalizan $108.5 millones.
Funes dijo que “no había otra vía” que liquidar el contrato para evitar un arbitraje internacional que afectara al Estado y se escudó otra vez en que ese arreglo lo avaló un informe de la Corte de Cuentas.
Cuando la Fiscalía inició de oficio la investigación, Funes cuestionó desde su programa radial del 5 de octubre de 2013 al Fiscal Luis Martínez, porque, a su juicio, “no había nada que investigar”. La semana pasada y luego de que el Fiscal revelara que la construcción se hizo en terreno que no era sólido y que era algo que se sabía por anticipado, Funes dijo que no le preocupa lo que resulte de la indagación porque él no la mandó a construir; no obstante su gobierno continuó la obra, pese a que un informe de supervisión ya advertía de las fallas en el sitio.