Tras sufrir abusos sexuales durante seis años por parte de su propio padre, una niña de 13 años de edad halló justicia. Un tribunal impuso una severa condena de 42 años con 8 meses de prisión a Alberto G, de 45 años de edad, al haber sido hallado culpable del delito de violación en menor incapaz.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal 2o.de Sentencia halló suficientes evidencias del abuso al que fue sometido la menor por parte de la persona que debía de protegerla.
Incluso, durante los relatos de la víctima se conoció que el procesado ayudaba a las tareas escolares a la pequeña a cambio de que accediera a los abusos sexuales.
La víctima contó a las autoridades que comenzó a sufrir abusos desde que tenía 7 años de edad cuando inició el primer grado en la escuela y que al cumplir los 13 años contó de sus vejámenes a una pariente y ésta le ayudó a denunciar los aberrantes hechos a la Fiscalía, sede Soyapango.
Los abusos fueron cometidos durante el día, ya que el procesado laboraba como vigilante y aprovechaba cuando la madre de la niña iba a trabajar.