El 24 de julio de 2012 al diputado suplente de Chalatenango, del CN-Pes, Wilber Rivera Monge, le ayudó tener fuero político y logró su libertad en menos de tres horas tras haber atropellado a un policía y atentado con la integridad de otros dos agentes más, según denunció la Fiscalía General entonces.
Tras haber sido retenido, horas después el parlamentario fue entregado a la Asamblea Legislativa. Luego quedó en libertad.
El Ministerio Público lo acusó de intento de homicidio agravado, resistencia y conducción temeraria.
Posteriormente, en la Asamblea el 8 de Octubre de 2012, la comisión de Legislación y Puntos Constitucionales decidió no abrir un proceso de antejuicio en contra del parlamentario.
Durante la discusión los diputados votaron de manera unánime por enviar al archivo la solicitud de la Fiscalía.
En esa ocasión el diputado Jaime Valdez, del FMLN, dijo que “el requerimiento no cumple con los requisitos formales para poder proceder en los términos que solicita la Fiscalía. Por eso nosotros no estaríamos acompañando la solicitud de la Fiscalía”.
Por su parte el diputado de ARENA, Julio César Fabián, coincidió en que la decisión surgió tras examinar las pruebas de la Fiscalía y determinar que, a su juicio, los delitos que se le imputan a Rivera no tenían asidero legal.
En similares términos se refirió Serafín Orantes, del CN, para quien en el caso de su colega de partido no cumple los requisitos, por lo que avalaron que el expediente sea enviado al archivo.
Rivera huyó de la Policía y se sintió “amenazado”
De acuerdo con la investigación fiscal, Rivera Monge se había escapado de una intervención policial por una discusión entre varias personas. Antes de huir, Rivera les manifestó a los policías que era diputado y que no lo podían detener.
El parlamentario fue perseguido por dos patrullas de policías hasta detenerlo en la esquina de la circunvalación Universitaria y Autopista Norte frente a la Universidad de El Salvador.
Al lugar se presentó el comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, ahora director de la Policía.
El diputado le aseguró a Ramírez Landaverde que “los policías le dispararon sin ninguna justificación. Fue un intento de homicidio. Los señores agentes se cruzaron con los patrullas y me dispararon al vehículo”, alegó. Aseguró que viajaba con su familia, pero según la Fiscalía, del carro donde viajaba el diputado se bajaron tres señoritas.
A pesar que Rivera afirmaba que los policías le habían disparado, los técnicos del laboratorio de la Policía Nacional Civil no encontraron ningún impacto de bala en las llantas del automóvil del diputado ni casquillos en el pavimento.
Los incidentes se registraron sobre la avenida San Lorenzo y Autopista Norte, entrada a la urbanización San Carlos, en San Salvador.
Ahora la Fiscalía ha ordenado su captura por supuesto lavado de $10 millones de dólares y, por un fallo de la Corte Suprema, ya no tendrá posibilidad de tener un antejuicio.