SAN MIGUEL. Con el pasar de los meses, la lista de las familias que residen en zonas vulnerables a deslaves en el volcán Chaparrastique, y que se acogieron al programa de subsidio del Gobierno, se sigue reduciendo.
Inicialmente las familias que preveían ayudar para que alquilarán una casa fuera de la zona de peligro, eran 280, pero de estas, solo 259 hicieron los tramites para ser beneficiados.
Cuatro meses después, la lista se redujo a 236 familias, porque a 23 de ellas les suspendieron el beneficio, tras comprobarles que recibieron el dinero pero seguían viviendo en las zonas de alto riesgo.
“Se comprobó que habían familias residiendo en la zona de riesgo a pesar de que estaban recibiendo la ayuda, violentando lo que estaba en la declaratoria, por eso se retuvieron los cheques”, explicó Salvador Sánchez, gerente de Inclusión Social.
Las inspecciones las realizaron autoridades de Protección Civil y verificaron que no se trataba solo de que llegaban a visitar sus viviendas durante el día, sino que se quedaban durante la noche y eso no lo pueden hacer, porque es cuando más riesgo de desastres hay, explicaron las autoridades.
“Se hizo un diagnóstico, todo un recorrido para constatar que se quedaban en la zona y después de eso los fondos de ellos se retuvieron”, dijo Evaristo Romero, vicegobernador de San Miguel.
Por el momento la suspensión de la ayuda, es la única medida en contra de las familias que recibieron fondos sin usarlos para el fin que les fueron dados.
Por ahora, según explicaron las autoridades del Fondo Nacional para la Vivienda Popular (Fonavipo), que es quién administra el dinero para estas familias, no pueden incorporar a ninguna de las personas a las que se les retuvo los fondos, a menos que Protección Civil les envíe una notificación y que estos salgan en verdad de la zona de riesgo.
Manifestaron además que después de las últimas tormentas que afectaron a 10 viviendas del caserío La Piedrita, en el cantón Conacastal de Chinameca, las autoridades de Protección Civil informaron de la incorporación de 10 familias que quedaron en alto riesgo después de la formación de nuevas quebradas. Estas 10 familias no estaban incluidas en el grupo inicial de beneficiados, porque antes del invierno no vivían en zonas consideradas vulnerables.