MCC evaluará los indicadores democráticos durante ejecución del Fomilenio II

La agencia donante desembolsará cada tres meses los tractos del Segundo Compacto una vez entre en vigencia el convenio que se firmará este martes. Previo a las entregas habrá una evaluación continua del desarrollo de los programas y los indicadores del país para seguir beneficiándose de la donación.La agencia donante desembolsará cada tres meses los tractos del Segundo Compacto una vez entre en vigencia el convenio que se firmará este martes. Previo a las entregas habrá una evaluación continua d

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Dana J. Hyde, directora ejecutiva de la agencia donante (der.), se reunió con el canciller salvadoreño, Hugo Martínez (izq.) en la sede de la Misión de El Salvador ante la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York, la semana recién pasada. foto edh

Por tomás guevara Corresponsal en Washington

2014-09-28 8:00:00

El directorio de la Corporación Retos del Milenio (MCC por sus siglas en inglés), que se apresta a firmar este martes con el gobierno salvadoreño el acuerdo para el desarrollo del Segundo Compacto para implementar el Fomilenio II, evaluará permanentemente el cumplimiento de indicadores indispensables para avanzar en el desarrollo del convenio.

La gobernabilidad democrática, combate a la corrupción, la sostenibilidad fiscal y las libertades económicas, además de la inyección que el gobierno salvadoreño debe hacer en su recurso humano, son clave para que la agencia cooperante mantenga el curso de la donación de $277 millones destinados a emplearse en cinco años en la zona costera del Pacífico salvadoreño.

En conversación telefónica con El Diario de Hoy, previo al viaje a San Salvador de los directivos de la MCC que asistirán a la ceremonia para oficializar el convenio, el Director Gerente de Operaciones para América Latina, Europa, Asia y el Pacifico, Jonathan Brooks, y el Coordinador del Equipo Técnico de la MCC en El Salvador, Preston Winter, explicaron los parámetros bajo los que se realizará este convenio.

“Estamos interesados en que los países (beneficiarios) mantengan un buen desempeño a través de tres dimensiones que son indispensables: inversión en la gente; que el país demuestre que está invirtiendo en su propio recurso humano con educación, salud y en otras áreas. También nos interesa mucho la dimensión de libertad económica, con política fiscal adecuada y que la tramitología para las distintas funciones gubernamentales y otras sea relativamente ágil. Y nos importa muchísimo la buena gobernabilidad y eso incluye derechos políticos y el control de corrupción que es muy importante”, acotó Brooks al ahondar en detalles sobre la evaluación que se hará al Fomilenio II.

Este ejecutivo aseguró que en un encuentro sostenido en Nueva York por directivos de la agencia donante con el canciller salvadoreño Hugo Martínez se acotaron algunas prioridades que la MCC consideraba fundamentales para el funcionamiento del acuerdo, pero sin tocar aspectos centrales del documento que ya está redactado y listo para ser firmado por las partes.

Al proceder a la firma, la corporación donante del Gobierno de Estados Unidos estará lista para principiar el proceso que llevaría a impulsar los tres ejes centrales del Segundo Compacto que asciende a $277 millones de dólares. De ese monto $116 millones serán destinados a proyectos de capital humano, otros $125.3 millones para infraestructura y $92 millones llegarán para impulso las inversiones privadas, tanto nacionales como internacionales hacia El Salvador.

El gobierno salvadoreño se ha comprometido en aportar $88.2 millones de dólares como contrapartida del convenio cuyo monto total es de $365.2 millones de dólares con lo que se pretende rehabilitar la red de carreteras en la zona paracentral y costera de los departamentos de La Libertad, San Salvador, La Paz y Usulután.

“Hay varios componentes del proyecto de capital humano, tenemos enfoque en las escuelas media altas y donde queremos ampliar la oportunidad que los estudiantes puedan asistir a un colegio superior, también en estos casos estaremos invirtiendo en infraestructura para ampliar los espacios y las salas donde puedan atender a los estudiantes, es un enfoque de educación básica y media”, comentó Preston Winter a este periódico.

Su colega, Jonathan Brooks, considera que la idea de inyectar recursos para desarrollar el capital humano está basado en una especie de alineación de los países a las verdaderas demandas del mercado laboral, en contraposición a que muchos sistemas educativos en varios países están preparando recurso humano, pero en carreras y ocupaciones de poca demanda en el mercado laboral.

“También como parte del proyecto de desarrollo humano se trata de mejorar el nivel técnico y de formación profesional en El Salvador, esto con la intención de preparar el capital humano —a los estudiantes que están pasando por el sistema educativo y de formación profesional— para poder entrar al mercado laboral con las habilidades que el mercado laboral realmente requiere”, agrega Brooks.

Entrada en vigencia y los esperados desembolsos

Para que los proyectos de infraestructura y logística diseñados para echar a andar este Segundo Compacto se hagan realidad, el proceso demandará de varias fases previas que incluyen la ratificación del convenio, la aprobación de una ley para ejecutarlo y reglamentos de orden administrativo que tendrán que desarrollarse.

El director gerente, Jonathan Brooks, reconoce que la firma de este martes es la apertura y con ella la corporación haría en el transcurso de unas tres semanas el primer desembolso de $10 millones de dólares para comenzar el área administrativa del Fomilenio; además de establecer la Junta Directiva y para concluir algunos estudios previos; pero quedarían pendientes otros aspectos de orden jurídico del acuerdo antes de oficializar la vigencia del Fomilenio II.

“El siguiente paso a la firma, que es conveniente resaltar, es que la Asamblea Legislativa ratificará el convenio, es algo que hacemos dado que los convenios son efectivamente tratados internacionales; también se aprobará la Ley de la Unidad Administrativa, con la aprobación de esa ley que se le conoce como Fomilenio; es la unidad donde recaen muchas de las responsabilidades de administración y es una ley que le da la personería jurídica necesaria para poder implementar los programas, son dos pasos próximos que El Salvador dará posterior a la firma del convenio”, explica Brooks.

Ejecución

Según la experiencia de la MCC con El Salvador y otros países receptores de donaciones de esta modalidad de cooperación estadounidense, durante los próximos meses se finiquitarán algunos estudios previos que todavía están en proceso, a la vez que los estamentos del Estado salvadoreño hagan su trabajo para agilizar la implementación del Compacto.

Luego de esta etapa que puede durar hasta nueve meses es cuando se podrían empezar las licitaciones para los proyectos de infraestructura, mejoramiento de educación y de impulso a las inversiones, es entonces cuando las empresas del sector privado entran en competencia para que se les adjudiquen los proyectos; a esta fase la MCC la denomina “entrada en vigor del Compacto”. En adelante El Salvador tendría cinco años para desarrollar las obras programadas.

Pero para que surtan efecto los desembolsos, la agencia donante sigue un monitoreo constante de cada uno de los programas en proceso, con una evaluación retrospectiva de las obras y el impacto que estas van teniendo en las comunidades donde se desarrollan, a la vez que se estudian los tractos de los desembolsos solicitados por el gobierno para implantar las obras futuras; todo en lapsos de tres meses.

“El modelo que nosotros utilizamos es uno que hacemos desembolsos trimestrales, donde el gobierno de El Salvador a través de su unidad implementadora presenta dos cosas: un reporte y nosotros hacemos una evaluación de cómo van progresando las actividades del programa, retrospectivamente en el trimestre previo y vemos cómo han avanzado y en esa misma solicitud el gobierno hace una solicitud de cuánto dinero requiere para los próximos tres meses, es la manera en que funciona el convenio”, explica el director gerente, Jonathan Brooks.

La MCC aprobó este Segundo Compacto para El Salvador en septiembre de 2013, pero transcurrió más de un año de altibajos y de nuevos requerimientos por parte del gobierno de Estados Unidos para anunciar la firma del acuerdo.

En especial Estados Unidos vio como indispensable la aprobación de normativas jurídicas en el país para agilizar las inversiones y la promoción de los asocios público-privados; también el combate al lavado de dinero y de activos, entre otras legislaciones requeridas.

En la ceremonia de firma del convenio prevista para este martes, rubricará el documento en nombre del gobierno salvadoreño el secretario técnico de la presidencia, Roberto Lorenzana y el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén actuará como testigo de honor del acuerdo que se ha comprometido a impulsar con eficacia y transparencia.

Por la Corporación para los Retos del Milenio firmará uno de los Vicepresidentes de Compactos que ha estado enrolado en todo el proceso de aprobación de la millonaria donación para el país.

El Salvador deberá demostrar a medida avanza el proyecto de Fomilenio II que tiene la capacidad de despegue y de capitalización de fondos y recursos provenientes del Segundo Compacto.