Escuelas siguen enseñando con dictado y memorización

Un estudio puso en evidencia las debilidades de método y gestión en centros educativos públicos urbanos

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La falta de recursos para trabajar en las aulas, la mala actitud de los estudiantes y los problemas de violencia son algunas de las cosas que frenan la calidad educativa. Foto EDH / ARCHIVO

Por Susana Joma servicios@eldiariodehoy.com

2014-09-21 7:00:00

La falta de un rumbo curricular definido para enseñar en las aulas es uno de los problemas que predomina en los centros educativos del sistema público capitalino, según revela un estudio desarrollado por el Instituto de ciencia, tecnología e innovación (ICTI-UFG), en convenio con la Escuela Superior de Maestros (Esma) del Ministerio de Educación (Mined).

La investigación denominada “Las Escuelas Urbanas y su problemática, un enfoque cualitativo”, se empezó a desarrollar a fines de 2013 y concluyó este año.

El trabajo investigativo conllevó a visitas y encuentros con directores, docentes, alumnos y padres de familia de varias instituciones de San Salvador. Sin embargo, se concentró en tres que han tenido bajos resultados en las pruebas de aprendizaje y que se encuentran ubicadas en zonas socialmente complicadas.

Si bien los investigadores se reservaron el nombre de los centros educativos para evitar cualquier estigma, señalaron que los problemas detectados son válidos para la mayoría de centros de enseñanza del país.

Oscar Picardo Joao, director del ICTI – UFG, dijo que a través del estudio se detectó que todos los docentes aseguran que utilizan el método educativo constructivista (donde el alumno es generador de conocimiento), las observaciones de campo concluyeron que en la práctica trabajan con un modelo pedagógico con una carga de elementos conductistas, como el del dictado y la memorización.

En ese contexto, no encontraron en las instituciones visitadas el currículum, tampoco los programas de estudio completos.

“Lo que hallamos es que trabajan con algunos libros de texto y eso es un mosaico muy desordenado. El currículum es lo que da la pauta de continuidad del proceso (educativo)”, agregó Picardo Joao.

En el estudio se identificó que hay un problema de baja autoestima en los docentes , de cara a los problemas con los que lidian diariamente.

“El docente está cansado, mal pagado, tiene problemas de salud, no tiene todos los recursos que necesita (para trabajar), tiene problemas de configuración del aula, gente con problemas, con embarazos… y no tiene apoyo de trabajadoras sociales, de sicólogos, cuando son escuelas donde realmente se necesitan”, señaló el doctor Picardo.

Pese a esa situación, sostuvo que han encontrado educadores muy buenos, entregados, con mística. “Son elementos a destacar, pero como dice el adagio, una golondrina no hace verano”, subrayó.

El especialista educativo es de la opinión que la pausa pedagógica que realizan los docentes, en el año lectivo les puede servir para reflexionar sobre los retos y avances, pero no tiene el impacto necesario, ya que, según dice los profesores, no entienden que el aprendizaje de los niños es un proceso en el que intervienen aspectos sicológicos, neurológicos y tampoco tienen herramientas para conocerlo.

Déficit en la formación académica

De acuerdo a lo expresado por Picardo, en las visitas a los centros también participaron el investigador Herbert Alexander Oliva y René Perla, como representante del Esma.

Ellos comprobaron que hay un déficit en la formación administrativa de los directores, quienes son los que gerencian el ambiente escolar y administran los recursos humanos, por lo que Picardo califica ese aspecto de ” importante” para el aprendizaje.

“Otra cosa importante es que hay un fuerte quiebre o fragmentación entre los niveles educativos, sobre todo en Básica y Media”, precisó el consultor educativo.

Consideró algo grave que en los mismos centros de enseñanza, donde se sirven los dos niveles educativos, los profesores no estén integrados, ya que eso no favorece que haya un diálogo que contribuya a mejoras el proceso de enseñanza.

La brecha, incluso cultural, a la que alude el representante del instituto de investigaciones universitario, incluso se da entre el sexto y séptimo grado, que es donde inicia el tercer ciclo de enseñanza Básica.

Según Picardo, la investigación advierte que junto a los problemas de violencia que afectan a los alumnos en el seno de su familia también el tema de las pandillas constituye un elemento importantísimo en el fracaso y en la deserción de los estudiantes.

A esa problemática se suma que los padres y las madres de familia están poco o nada involucrados en el avance académico de sus hijos.

“Generalmente, no va el papá a las reuniones, va la madre”, explicó el investigador en relación al desinterés que muestran la mayoría de los progenitores.

Los especialistas educativos hacen notar que no ayuda en nada el hecho de que las comunidades educativas urbanas se enfrentan con otro problemas, entre ellas, el estar ubicadas en zonas estridentes, de mucha aglomeración peatonal y vehicular, y en muchos casos, en áreas de exclusión social.

Para Herbert Oliva, esta situación plantea que para evaluar los logros de los estudiantes se debe ir más allá de medir sus conocimientos y evaluar los logros, en aspectos como la formación del carácter, identificar determinados valores, o el dominio de competencias laborales, para lo cual sería necesario diseñar y ampliar otro tipo de instrumentos.

Tras la investigación, Oliva reflexionó que si bien la nota estándar de la Paes es de 5.3, según datos oficiales, es necesario entender que esta calificación representativa de la media nacional no es del todo satisfactoria y que no todo el déficit de aprendizaje de los estudiantes es atribuible, principalmente, a los problemas que hay en el sistema educativo.

“Las investigaciones en este campo demuestran consistentemente que la condición social y otros factores extra escolares tienen mucho peso en los niveles de aprovechamiento de las oportunidades educativas. El desafío de cualquier sistema de educación pública es neutralizar, tanto como sea posible, el impacto negativo de esos factores”, agregó.

Al respecto, Picardo advirtió que para llevar una mejora a la escuela, en el actual contexto, requiere de una estrategia consensuada entre el Gobierno y el sector privado, lo cual también demanda mucha flexibilidad para movilizar recursos, que son con los que no cuenta el actual sistema educativo.