La Unidad de Salud del barrio Concepción, en el centro histórico de San Salvador, atendió ayer por la mañana ocho casos de personas afectadas por chikunguña.
Según la doctora Olga Adriana López Barraza, coordinadora de Fosalud, la cifra no estaba lejos de los 11 que atendieron el domingo. Los afectados que llegaron este fin de semana tenían entre 15 y 40 años. “Vienen de todos los barrios, Iberia, Concepción, también de Apopa y otros lugares no tan cercanos”, explicó López Barraza, quien cada fin de semana de turno ve incrementar la cifra de atenciones por esta enfermedad.
Ayer el médico infectólogo, Jorge Panameño, afirmó: “Desde hace días se comentaba que El Salvador era el sexto de América Latina en cantidad de casos de chikunguña. La situación aquí es que enfrentamos una enfermedad cuyo agente causal, es transmitido por un mosquito que es endémico en la región y particularmente en el país”.
Hasta el cinco de septiembre pasado El Salvador tenía 16,430 casos registrados.
Panameño no descarta que la cifra de casos crezca aún más, algunas naciones latinoamericanas como Colombia, que hasta el 13 de septiembre tenía mil casos, ya están decretando emergencia y epidemia, como un día atrás lo había hecho Panamá que al nueve de septiembre tenía 18 casos registrados. “Colombia está en un tema emergente. Están hablando de que en una semana pueden alcanzar 600 mil (personas afectadas)”, recordó el galeno.
Guatemala registraba ocho casos confirmados hasta el 12 de septiembre y Costa Rica 16.
El especialista considera que en el país el incremento es inminente debido a las constantes lluvias, a la vulnerabilidad de los salvadoreños porque los salvadoreños no tenemos anticuerpos contra el virus del chikunguña. Además, por el desacierto de las autoridades sanitarias, las alcaldías y cada uno de los ciudadanos a la hora de actuar contra el mosquito transmisor tanto del virus del dengue como del chikunguña.
“Hay que ser claros, en algún momento resulta fácil venir a decir que todos los sistemas encargados son los responsables, pero todos somos responsables. Salud pública es responsable en el sentido de que tiene que guiar y determinar las campañas; los gobiernos locales son también responsables de colaborar en el sentido de organizar a las comunidades, barrios y colonias. Los ciudadanos también somos responsables de colaborar con estas campañas”, aseguró Panameño.
El galeno sostiene que en este momento las autoridades sanitarias y las comunas deben dejar de lado cualquier enfrentamiento orientado a achacarse fallas por motivos electorales y, por el contrario, deben sentarse a coordinar acciones rápidas y que sean contundentes en el combate de estos males.
“Está en la dependencia de los sectores involucrados crear estrategias dirigidas a la búsqueda y destrucción de los criaderos de mosquitos. Entender que la sola fumigación no basta, porque tiene un alcance limitado”, detalla el especialista tras señalar que si se hace fumigación tiene que ser intradomiciliar.
Según indica Salud, las comunas y otras instancias tienen mucho que dialogar para ver qué acciones pueden tomar en los casos en que las brigadas no pueden acceder a las comunidades dominadas por las pandillas y en los casos de las viviendas en las que no pueden entrar porque siempre las encuentran cerradas.
“La enfermedad trae mucho sufrimiento. Tiene incontables riesgos para ciertas poblaciones, por ejemplo en las señoras embarazadas. Puede dejar una alta carga de enfermedad crónica”, agregó el galeno.