En medio de un fuerte despliegue policial, el expresidente Francisco Flores fue trasladado ayer por la tarde a las bartolinas de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (DAN).
El traslado se produjo 48 después que la Cámara Primera de lo Penal decidiera revocarle el arresto domiciliario.
Para encarcelarlo, el Juez Primero de Instrucción, Itamir Orellana, a cargo del proceso, debía haber sido notificado de la decisión de la Cámara, una diligencia que no fue oficializada hasta ayer a las 11 de la mañana.
El vocero de prensa de los Juzgados, Ulices Marinero, afirmó que la tardanza en la notificación al juez Orellana está dentro de los plazos legales establecidos, pues los magistrados notifican casi de inmediato a los abogados defensores, fiscales y abogados querellantes.
El traslado del expresidente Flores fue todo un proceso burocrático que comenzó ayer a las 11:00 de la mañana con la orden del juez Orellana, quien giró el oficio al director de la Policía Nacional Civil, para que luego de darle el visto bueno, lo enviara al jefe de la División Antinarcóticos para que finalmente ejecutara el movimiento del exmandatario dos horas después.
El traslado de Flores se realizó bajo un despliegue que involucró a de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), del Grupo de Reacción Especial (GRP), Seguridad Pública y de Tránsito. Cada unidad tenía bien definida sus funciones a la hora del movimiento.
Como primera medida se establecieron dos cercos policiales en la residencia del expresidente y en la División Antinarcóticos para evitar que los periodistas intentaran acercarse a Flores. El expresidente fue escoltado por al menos media docena de agentes del GRP en una distancia de tres metros hasta subirse al vehículo azul que lo llevaría a la DAN.
A pesar de los tradicionales congestionamientos de la Terminal de Oriente, avenida Independencia, la Alameda Juan Pablo II, bulevar Los Héroes y todas las vías que abarca el trayecto desde la residencia del exmandatario hasta su destino, el viaje no tardó más de 30 minutos.
A su arribo a la DAN, el paso vehicular por las vías adyacentes y que atraviesa la Terminal de Oriente fue suspendido por al menos 20 minutos.
Ninguno de los jefes policiales a cargo del operativo quiso brindar declaraciones, sobre los detalles del procedimiento, excepto el subdirector general de la Policía, Howard Coto, quien manifestó que el traslado del expresidente fue con “las suficientes garantías de seguridad”. Además señaló que “tenerlo en su casa generaba gastos” a la corporación.
El 6 de mayo pasado, el Juzgado Primero de Paz ordenó capturar al expresidente Flores por no haberse presentado a la audiencia inicial que se realizó en su contra para responder por los delitos de peculado (apropiación de recursos públicos), enriquecimiento ilícito y desobediencia.
Los delitos que atribuyen al exmandatario habrían sido cometidos durante su gestión mediante una donación que el gobierno de China- Taiwán hizo al país, para su reconstrucción por los terremotos de 2001.
Flores aseguró que se presentó voluntariamente y por respeto a la Ley, al Juzgado Primero de Instrucción el 4 de septiembre para responder por las acusaciones en su contra.
Un día después el juez Itamir Orellana luego de valorar que las bartolinas de la DAN no reunían las condiciones para resguardar al expresidente le ordenó arresto domiciliar.
La Fiscalía apeló contra la resolución ante el tribunal superior, que el jueves anterior acordó revocar la medida y enviarlo a las bartolinas de la DAN.
Abogados del exmandatario han afirmado que apelarán la resolución de la Cámara argumentando que no existe peligro de fuga para mantener a su cliente bajo las rejas.
El abogado Edgar Morales Joya ha dicho que espera que funcione la institucionalidad del país y las garantías del debido proceso para el expresidente Flores.
Sin embargo, los magistrados de la Cámara Primera de lo Penal, Guillermo Arévalo y Carlos Sánchez, sostienen que el exmandatario “ha mantenido una conducta hasta antes hasta antes de su presentación del juez, reiterada y continuada de no vincularse al proceso penal, mostrando una clara reticencia al mismo desde su inicio”.
Entre tanto Morales Joya calificó de “absurdo el peligro de fuga” porque Flores se presentó voluntariamente para colaborar con el proceso que se le sigue en su contra.